Me decían el otro día, más que nada para fastidiarme: "¿Los franceses? ¿defiendes el cine francés?... Los franceses no saben hacer ni comedias ni cine de terror... Son unos inútiles amargados...". Ejem... afirmaciones fuertes, sin duda. Y lo cierto es que en lo de la comedia estoy muy de acuerdo, porque la última peli francesa con la que me reí fue MON ONCLE, del gran Tati; en cuanto al terror, creo que la cosa ha cambiado sustancialmente en los últimos años, en los que hemos podido asistir a gran cantidad de estrenos de títulos aparentemente continuistas del sobado horror yanqui, pero que, observados con detenimiento, suponen interesantes variaciones nada acomodaticias. Y una de las cintas que más me impactó en su momento fue ILS (Ellos), dirigida al alimón por David Moreau y Xavier Palud, que con una economía de medios casi insultante, y en apenas 80 minutillos, son capaces, a golpe de ingenio, de dejar al espectador sin saber qué puede pasar a cada minuto. La trama, simple como ella sola, muestra a una pareja de gabachos que vive en Bucarest por motivos laborales y que una noche escucha unos extraños ruidos. Y ya está, porque la gracia está en mantener la tensión narrativa sin que veamos nada, sólo a los cada vez más asustados protagonistas, que se van sumiendo en un estado de psicosis creciente y que, casi sin saber por qué, han de abandonar la casa en mitad de la noche ante una amenaza que está ahí pero no se puede ver. Puede que el final, ya un poco más condescendiente con el género, sea lo más flojo por la incapacidad del tándem para pulsar la tecla final y dar con la nota adecuada de un film que extrae sus hallazgos de una buena ambientación y, sobre todo, un inteligente dominio de los tiempos, que no la hace caer nunca en el exhibicionismo visual ni dramático, algo que contribuye además a ensalzar la advertencia inicial de "Basado en hechos reales"... Si echan en falta un poco de terror inteligente, sin vísceras ni tetas al aire, alquílenla y luego me cuentan...
Sus saludos.