martes, 6 de junio de 2023

El trabajo os hará libres


 

El trabajo, tal y como lo conocemos, es un debate perdido, inabordable, mortífero para quien se atreva a discutirlo. Es una suerte de la que quejarte conlleva una inmediata invitación a la exclusión, o un regalo que la vida da a quien no posee nada más que, precisamente, ese tiempo regalado. Quien lo defiende no lo practica, y quien lo denosta teme en secreto. Y el año pasado hubo una serie que se atrevió a formular una acusación directa al entramado laboral, aunque desde una postura distópica, en la que el trabajo deviene una esclavitud aceptada, directamente autoconsciente. La premisa de SEVERANCE no es tan original como podría esperarse, pero su falta de prejuicios a la hora de señalar directamente las diversas causas (y a los causantes) la sitúa como un título valiente y crucial, al menos en estos tiempos de "libre encadenamiento". Lumon es una empresa que tiene una política de contratación curiosa: mediante la implantación de un chip, la vida laboral queda radicalmente separada de la personal, por lo que las actividades de "dentro" son anonimizadas "fuera" ¿Pero cuáles podrían ser exactamente esas actividades? Así, la excusa argumental nos interna en ese tiempo que no transcurre, en asépticas oficinas donde un grupo de cuatro empleados se dedica a tareas monótonas e indescifrables. Pero en un momento dado puede surgir la duda, la sospecha de que quien está "dentro" no se corresponda con su equivalente de "fuera". Ideada por Dan Erickson, y con una importante aportación de Ben Stiller, SEVERANCE determina muchísimas preguntas, la mayoría incómodas pero necesarias; y muchos nos veremos reflejados, puede que tan sólo para seguir echándole la culpa a otros, mientras el bucle se mantiene incesante e impasible.
Se espera una segunda temporada de manera inminente.
Saludos.

lunes, 5 de junio de 2023

El dios olvidado


 

Clausuramos hoy este pequeño repaso a las obsesiones de Lovecraft con su relato más famoso y crucial. Lo escribió en 1926, y puede que por eso THE CALL OF CTHULHU se decidiese por ser muda, emulando un trabajo de aquellos años, cuando en realidad se rodó en 2005. Otra particularidad es su duración, 45 minutos que lo convierten en un mediometraje que se contagia poco a poco de la extrañeza del relato original. Conciso y directo, narra primero el descubrimiento de un extraño libro, que parece contener una serie de ritos ancestrales. Esto, unido a la alucinada crónica del único superviviente de una expedición a una remota isla, trae de cabeza a la famosa universidad de Miskatonic, aunque sus investigadores están lejos de imaginar la fuerza que están a punto de desatar. 
El film es una pequeña pieza, sobre todo, de amor a una obra literaria, intentando capturar su esencia, la que nos hablaba de los dioses antiguos, esperando eternamente a ser despertados, para volver a someter al universo entero. Es cierto que la recreación del imponente Cthulhu queda simpática, aunque mejorable en un stop motion muy primitivo. En sus mejores momentos, sin embargo, es excitante reconocer constantes guiños al expresionismo de altos vuelos. Ha quedado como un film de culto, que merece la pena rescatar del ostracismo, y que es fiel reflejo de cómo la obra de Lovecraft sigue siendo inagotable e inspiradora a partes iguales.
Saludos.

domingo, 4 de junio de 2023

Rincón del freak #551: Ni gota, ni gota...


 

La noticia saltaba ante ojos medio incrédulos: James Cameron llevaba ya un tiempo rodando la continuación. Una vez estrenada, los mismos ojos se abrían de par en par: AVATAR: THE WAY OF WATER estaba nominada a los oscar... a mejor película. Los casi 200 minutos de esta película/videojuego/sacada de chorra discurren a lo largo de una planicie argumental aún más acusada que en su predecesora, lo que ya me parece un logro, a la inversa, pero logro al fin y al cabo. Todo ocurre en esa liquidez entre fluorescente, tropical y acordada, como si verbalizáramos una "familiaridad de la extrañeza. Insisto, no busquen nada parecido a un argumento, mucho menos uno original; a Cameron todo eso de narrar le parece una chorrada, y prefiere golpear los bajos instintos, aunque te duelan las retinas y te sangren los tímpanos. Lo voy a repetir: estaba entre las nominadas a mejor película. Lo único que puedo llegar a defender es el apartado técnico, y más concretamente en la última hora, que es la dedicada a la batalla en el mar, que a lo mejor es demasiado poco para un videojuego y muy mucho para el cine, ustedes me entienden. Es lo que es, y es para quien es; empeñarse en emparentarla en departamentos que no pueden corresponderle es no ya un error, sino una pérdida de tiempo.
Como curiosidad añado: es tan artificial que ni mi talasofobia se ha visto afectada...
Saludos.

sábado, 3 de junio de 2023

Historia de un maestro


 

Hablar de GOODBYE Mr. CHIPS, de 1939, es hablar de un film certero en lo narrativo, melancólico sin caer en dramatismos, efectivo a la hora de reflejar el espíritu del docente por vocación, como el propio Chipping deja claro en su última frase ("He tenido miles de hijos..."). Pero hablar del film de Sam Wood es hablar, no cabe duda, del descomunal trabajo de Robert Donat, uno de los más impresionantes de la historia del cine, y que le valió ganar el oscar a mejor actor en el considerado mejor año de este certamen, donde, entre otros, ganó nada menos que a Rhett Butler. Donat, que contaba con 34 años, encarna a este profesor de la escuela de Brookfield, desde que llega en 1870, hasta su muerte ya pasada la WWI. Aún hoy día sigue impresionando la caracterización de Donat, lo matizado de su interpretación casi perfecta, y cómo lleva prácticamente solo el peso de este legendario film, notable sin llegar a la excelencia. Ni rastro aquí del incomprensible musical del remake, y el personaje femenino del gran amor de Chipping es menos acaparador, aunque Greer Garson intensifica su personaje en el que era nada menos que su debut en el cine. Una de esas películas que se pueden encasillar como "clásicos de toda la vida", sin que resulte peyorativo, pues así ha quedado, como un estupendo trabajo de cine clásico, así como uno de los más sentidos homenajes a esa nunca suficientemente valorada profesión de enseñar(nos)...
La cualidad oculta: hacernos llorar con una sonrisa.
Saludos.

viernes, 2 de junio de 2023

Películas para desengancharse #105


 

Cuando rodaron GOODBYE, Mr. CHIPS, Peter O'Toole y Petula Clark tenían exactamente la misma edad, pero él debía aparentar el doble de edad que ella. Era 1969, y la Metro padecía algo así como una "borrachera de musicales", por lo que cualquier cosa era susceptible de ser aliñada con canciones. Incluso la historia de un tipo anodino, un profesor de una prestigiosa escuela británica, al que sinceramente cuesta encontrarle el punto por el que una cantante de musicales "descocados" podría perder la cabeza, abandonarlo todo y casarse con él. Hablamos de un musical que no lo es, sino más bien de un film que no se decide entre el retrato generacional, la comedia romántica o indirectamente simpática. Demasiadas indecisiones, que apesadumbran su ritmo, y lo confía todo al esfuerzo de su protagonista, que estuvo nominado al oscar, al igual que la banda sonora de un por entonces primerizo John Williams, aunque las canciones corrieron a cargo de Leslie Bricusse. A mí se me hace un poco larga (cuando dos horas y media eran motivo de obertura, intermedio y conclusión...), un poco titubeante, como si la historia fuese a contarse sola, y finalmente el empeño de una gran productora por convertir en superproducción una historia más intimista e introspectiva. Ahora bien, no se pierdan los escasos minutos de Sian Phillips, esposa en la vida real de O'Toole, porque son lo mejor de un film que no ha envejecido tan bien como podría esperarse.
Saludos.

jueves, 1 de junio de 2023

El inmortal


 

Pues resulta que este año ganó Sitges una película finlandesa titulada SISU ¿Y de qué va SISU, se preguntarán ustedes? Yo, más allá de comparaciones tan vacuas como facilonas, me parece haber visto algo así como el reverso tenebroso de DERSU UZALA, o cómo darle la vuelta a aquello del "buen salvaje", embarcándonos en un viaje tan excesivo como finalmente irresistible. Personalmente creo que este año había algún film superior, pero entiendo que el jurado se diese un respiro con un entretenimiento, muy bien filmado, pero lúdico al fin y al cabo. Su personaje central, hierático hasta el extremo (apenas pronuncia una frase entera en los últimos segundos de metraje), es una especie de leyenda viva, un ex militar que ha renegado del mundo y vive solo en mitad de la naturaleza, buscando oro. El contexto son los estertores de la WWII, con los nazis arrasando ciudades en una huida hacia delante. Nuestro protagonista encuentra un enorme filón, pero el destino le depara encontrarse con un comando en retirada hacia Noruega, cuyo comandante decide robarle el oro, y ahí empieza el asunto. El asunto es una especie de western casi mudo, con toques de gore expresionista y una interpretación realmente colosal del veterano Jorma Tommila, que compone un personaje muy creíble, teniendo en cuenta todo lo que sufre... y hace sufrir. Una película para grandes disfrutones del género más violento, los que prefieren una acción sin límites por encima de una posible coherencia narrativa. A mí me ha gustado mucho a ratos, y en otros se me ha hecho un pelín repetitiva; pero insisto en que entiendo los premios en un festival como Sitges, al que ya le iba pesando el cartel de "veladamente cultureta"...
Saludos.

miércoles, 31 de mayo de 2023

Raoul Walsh. Escribir la Historia #34


 

Es público, notorio y aceptado el batacazo de muchos grandes directores al entregarse directamente al panfleto en tiempos de guerra. El más prolífico lo fue en la WWII, donde los grandes estudios trabajaban a toda máquina para un doble empeño: mantener la moral alta de las tropas al tiempo que daba la versión más interesante (e interesada) a un público ávido de hazañas bélicas. El tropezón de Raoul Walsh fue DESPERATE JOURNEY, incomprensible film que seguía a un grupo de soldados, encargados de una misión casi suicida: adentrarse en el mismo corazón de Alemania para bombardear Berlín. Teniendo en cuenta que estamos en manos de un gran narrador como Walsh, podríamos pensar que nos vamos a encontrar un film decente, de género, entretenido y ágil. El chasco llega inmediatamente, pues se adopta un tono cómico, casi bufonesco, caricaturizando el conflicto militar, y por supuesto a unos nazis que salen bastante mal parados. El único que mantiene el tipo es un Errol Flynn en un papel a su medida, a cuyo lado resopla aquella imitación de actor que siempre fue Ronald Reagan. Y les prevengo, en comparación, el delirio de Tarantino y sus "bastardos" me parece hasta henchido de solemnidad. 
Uno de los títulos más prescindibles del Walsh que venía de firmar su etapa más gloriosa.
Saludos.

martes, 30 de mayo de 2023

La aventura elegida


 

En una fantástica analogía (e inesperada), irrumpe DUNGEONS & DRAGONS: HONOR AMONG THIEVES en la taquilla, devolviendo todo el esplendor y encanto de los juegos de rol, además de indicar por qué camino habría de ir en adelante cualquier aventura fantástica que se precie de sus presuntos altos vuelos. Y debo añadir, lo inteligentemente que está imbricada toda la parafernalia de los juegos originales, muy por encima de la entrañable serie de animación, y no hablemos de la horrísona adaptación del año 2000, que espera su propio Domingo. El punto fuerte de este nuevo D&D es el guion, con las dosis justas de fantasía, acción y un humor que roza la ironía "meta" en sus momentos más álgidos. No sobra nada, ni tampoco falta, y sólo imagino alguna incomprensión por parte de quienes nunca hayan sintonizado con este fascinante universo nacido hace medio siglo. Yo, desde luego, no me la esperaba tan satisfactoria, por lo que la recomendación es doble, por lo entretenida que es y por la injusticia que, aunque tarde, podemos dar por reparada. 
Es posible que algún chaval llegue a rozar lo mismo que nosotros con su edad...
Saludos.

lunes, 29 de mayo de 2023

Los que vinieron


 

THE WHISPERER IN DARKNESS es un más que loable intento por "capturar" el espíritu y esencia de los relatos de Lovecraft. El resultado, sin ser espectacular, remonta las evidentes carencias presupuestarias, recreando con mimo una producción pretérita, como de serie B de los cuarenta o cincuenta. Y lo cierto es que el film funciona muy bien mientras el relato original se impone, creando una atmósfera malsana acerca de los extraños avistamientos de criaturas en las montañas de Vermont, y la incredulidad de un grupo de científicos. Tras ver unas fotografías, uno de ellos siente curiosidad por desvelar si es realmente un fraude, pero lo que va a encontrarse superará su propia imaginación. 
Se nota que el film adolece de cierto amateurismo, pero es disfrutable incluso para quienes no estén familiarizados con la obra del de Providence, y se le pueden perdonar los rudimentarios efectos especiales (que no creo hechos a posta). Una curiosidad hecha con extremo cariño de fan, que tuvo una pésima distribución (es de 2011), y que merece la pena rescatar como artefacto casi único.
Saludos.

domingo, 28 de mayo de 2023

Rincón del freak #550: Razones de usos, costumbres y tiempos


 

Hace poco me topé con la copia restaurada de MACISTE ALL'INFERNO, una macarrada de 1925, en la que se pasaban por el mismo forro la fábula de Dante Alighieri, dando sin embargo uno de los mejores ejemplos del expresionismo italiano. Con una imaginería fastuosa, el director Guido Brignone, que desarrollaría una prolífica carrera hasta 1959, nos presentaba un infierno regentado por Pluto, cuya única diversión consiste en enviar periódicamente a unos demonios con chistera y levita para tocar las narices de la gente de bien. Entre ellos está Maciste, un tipo grandote y bonachón que profesa la horticultura y el fumar en pipa. Así, Maciste es obligado a irse al infierno, pero allí inicia una revolución, además de encandilar a la bella Proserpina. Auténtica bizarrada, es poco menos que descolocante la completa ausencia de sentido temporal, invocando eras y siglos sin orden ni concierto, en un festival de lo que, sin más, es un primigenio ejemplo de cine fantástico. Merece la pena echarle un vistazo por sus soluciones de andar por casa, tanto como por unos insólitos desnudos o la recreación de un infierno tan familiar como exultante.
Saludos.

sábado, 27 de mayo de 2023

Transiciones sin territorio


 

Como me suele pasar en este tipo de casos, me pongo a ver LUTHER: THE FALLEN SUN desconociendo absolutamente todo de la serie en la que está basada. Desconozco si esto es mejor o peor, pero sí me da pie a constatar algo que me parece sintomático. Es el tiempo en el que se conciben largometrajes a partir de las series, y no al revés, y esto conlleva una problemática en los tiempos. Este film podría ser un glorioso piloto, pero batalla con la obligación de abrir y cerrar la función, por mucho que el desenlace deje abierta la posibilidad de una continuación. Lo cierto es que el guion de Neil Cross apuesta fuerte, elaborando un ingenioso dispositivo que convierte al protagonista en culpable, y lo mete entre rejas, mientras el "malo" campa a sus anchas. El problema sobreviene por agotamiento, y el film se alarga innecesariamente, abandonando relativamente pronto la suspensión de la incredulidad e ingresando descaradamente en el terreno de los mamporros, más previsible, y por tanto más estándar (recordemos que, al fin y al cabo, estamos en Netflix). En el lado de los aciertos, Idris Elba es un valor seguro, y Andy Serkis compone un villano que funciona mientras se explota su lado retorcido, pero acaba como el resto, que es demasiado cerca del folletín, como lo oyen.
Es entretenida, pero también larga, y a ratos un poco ridícula.
Saludos.

viernes, 26 de mayo de 2023

Películas para desengancharse #104


 

Ustedes quizá me puedan resolver el puzzle. Un tipo apuesto, irresistible, pero que en realidad es un despistado paleontólogo, profesión improbable donde las haya. Una chica que le persigue, una loca del coño que diríamos hoy día, pero aunque no pegan ni con cola no van a despegarse ni un segundo. Un leopardo... ¿un leopardo?... Un leopardo. Un brontosaurio. Un perro que entierra el último hueso del brontosaurio. Una tía millonaria que se apellida Random. Y vestidos que se rasgan, caídas por terraplenes, un señor en salto de cama... La piedra angular de la comedia alocada, caótica, imprevisible, se tituló BRINGING UP BABY, y sigue siendo un prodigio de concisión, de dominio de los espacios en base a lo que dicta un guion tan simple que ofende lo maravillosamente bien que está construido. Un apunte: ahora lo sabemos, pero no deja de ser perverso que funcione como un metrónomo una pareja que en la vida real sería la más improbable que podamos imaginar. Todo ocurre a la velocidad del rayo, intercalando rápidos diálogos con la fisicidad del slapstick. Todo está construido en base a lo más complicado, que es el principio de destrucción. La metáfora, brillante, está en la última e inolvidable (todas lo son) escena: dos personas que no han parado de repelerse quedan unidas para siempre, mientras el minucioso trabajo de reconstrucción de un dinosaurio se derrumba...
No puede hacerse igual, apenas copiarse.
Obra maestra absoluta e intemporal...
Saludos.

jueves, 25 de mayo de 2023

El cura en la Vespa


 

Debe ser signo de estos tiempos, ineludible además. Que una película sin problemas de ritmo ni exceso de ambición, por el insistente martilleo de las multinacionales, acabe pareciéndose más bonita de lo que es a sí misma, y por tanto patinando en un final que dejaré en ridículo. THE POPE'S EXORCIST es Marvel antes que la riada iniciada por Friedkin, y no desbarra más por el despliegue de Russell Crowe, absolutamente estupendo en la piel de un exorcista que existió en la vida real, pero que nadie vería como este paladín de modos más bien heterodoxos. A un ateo debería gustarle, aunque sólo sea como un simple entretenimiento, con el riesgo de ir hacia el placer culpable. Curioso, pero no. La primera hora tiene su nosequé, de serie B con posibles, de terror con algo de tibia comedia, como no tomándose muy en serio. Además, el Papa es Franco Nero, Crowe se pega lingotazos de whisky antes de entrar en faena; y suena The Cult, y Faith no More... Hasta ahí no está tan mal, pero los directivos lo son, entre otras cosas, por lo de la traca final, echar el resto en lo pirotécnico, cuando seguramente no hacía falta. 
Se puede ver una tarde de esas muy aburridas, casi asténicas. Poco más.
Saludos.

miércoles, 24 de mayo de 2023

Raoul Walsh. Escribir la Historia #33


 

El guion de John Huston (adaptando la novela de W.R. Burnett) vuela a toda velocidad en una historia seca, concisa, pero al mismo tiempo repleta de matices, para hacer de HIGH SIERRA una rotunda obra maestra de un cine negro sorprendentemente adelantada a su tiempo. Es la historia de un hombre que acaba de salir de la cárcel con una idea fija, dar un último golpe para retirarse. Y es Bogart encarnando a un "malo" que parece de los pocos "buenos". Es ese largo preámbulo, donde todo queda perfectamente planteado y encajado; donde este antihéroe forja su tragedia, mientras va dándose cuenta de que no puede encajar en ninguna parte, y que su destino debe ser fatal o no será. Raoul Walsh dirige con maestría el sueño acabado de antemano, la leyenda estrellada a ras de suelo, la deshumanización en cada acto de generosidad no correspondido, el amor inesperado y casi como última salida desesperada. Tanto como el demoledor desenlace. Una persecución inusualmente larga hacia ninguna parte, un último acto de resistencia, absurdamente hermoso. Es la historia de este hombre, y es una de las mejores películas de su autor (digamos Autor, con mayúsculas). Es una narración tan perfecta que podría ser un melodrama romántico, o costumbrista, o pesimista sin más. Ustedes, igual que yo, siempre la hemos conocido como EL ÚLTIMO REFUGIO, y sigue sin envejecer nada después de más de ochenta años. Vuelvan a ella, báñense de cine...
Obra maestra absoluta.
Saludos.

martes, 23 de mayo de 2023

Tragando saliva


 

Cantaba el gran Kiko Veneno las andanzas del lobo López, de tintes claramente autobiográficos, definiéndolo como un buenazo, enamorado, algo bruto y finalmente abandonado por su amada, quizá viendo en él la cáscara de la bestia, por mucho que ella albergue un alma pura, mientras que plenos bastardos llegan a los corazones envueltos en suntuosos trapos, afeites y colorines del buen vivir de siempre. O cómo ir de la mano del romanticismo en la época menos romántica de todas, tan sólo porque hoy día todo ello está plenamente confundido, invirtiendo los papeles hasta encontrar una deformidad aceptada, seguro que "aceptable". En esta época se ha llegado a implantar el "buen monstruo engañoso", porque sólo es bueno al abanderar modelos sociales inequívocamente conservadores, haciéndonos creer que su cruzada es tan legítima como su aspecto, sólo amenazador al reverberar por sobre dicha lucha, asquerosamente estereotipada. Si les interesa zambullirse en algo más de dos horas de esta bazofia ideológica, serán bienvenidos a TEEN WOLF: THE MOVIE, si no, siempre pueden echarse un cantecito...
Saludos.

lunes, 22 de mayo de 2023

Con el aceite requemado


 

Yo a rizar el rizo le llamo cuando se infringen los límites para remachar el desastre, y que se resume en aquella estrambótica aventura que era la Fantastic Factory, ni más ni menos que la productora que se inventó Brian Yuzna a principios del presente siglo para "liberar costes", maquinando una serie de títulos que hoy recordamos con cierto cariño indulgente, cuando la realidad es que producen, en su mayoría, bastante vergüenza ajena. Yuzna se trajo a Lovecraft a España en 2003, y el resultado fue BEYOND RE-ANIMATOR, un estrambótico remake cuya única premisa era copiar todo lo hecho anteriormente, solo que en el espacio único de una penitenciaría. La excusa es el encarcelamiento de Herbert West, que allí se topa con un tiránico alcaide, que en secreto admira su retorcida obra. Sí, Jeffrey Combs es una vez más lo único que salva una función dislocada y sin un gramo de pudor. Tan sólo busquen las escenas en las que aparecen Simón Andreu, Elsa Pataky y Santiago Segura... Han oído bien. Tiene momentos tan bizarros como un pene amputado persiguiendo a una rata, y sólo por cosas así se le puede echar un vistazo para reírse un rato con el estado de la producción terrorífica desde ciertos puntos de vista que hoy nos parecen como poco improbables...
Saludos.

domingo, 21 de mayo de 2023

Rincón del freak #549: Fantasmadas. Polisemias


 

Se coge el original de Hideo Nakata, se abaratan costes hasta lo irrisorio, pensando que lo que en aquélla era economía de medios puede hacerse pasar por una serie B aspiracional. El resultado es una baladronada que remachó la irregular carrera de Fruit Chan, a la vez que se valía de nombres como el de Eli Roth o Henry Thomas para enmascarar este chanchulleo casi imposible de encontrar, y que para colmo se titulaba DON'T LOOK UP, en clara alusión a las tramoyas superiores, de donde suponemos que emana una fuerza malignísima, prácticamente un puñado de moscas digitales, del digital de 2009. Encima, el señor tiene la ocurrencia de revisitar lo del ojo en perspectiva inversa, y seguro que lo llamaba "homenaje". 
Es terriblemente mala, menos mal que está descatalogada hasta por lo piratero...
Saludos.

sábado, 20 de mayo de 2023

Después de la proeza


 

Después de la proeza suele quedar poco, casi nada. Apenas la sensación, abrumadora, de que quizá no hacía falta tanto para tan poco. Algo así es CARTER, enésima virguería visual proveniente de Corea, en la que el incomprensible guion queda enterrado bajo una interminable catarata de imágenes impactantes. Pero que muy impactantes. Tanto, que es prácticamente imposible encontrar algo de coherencia bajo este falso plano secuencia; al menos más allá de sus indisimulados "homenajes", obvios de tan gruesos. Queda la desvergüenza, el ya abrazado "johnwickismo" llevado al límite de lo cartoonesco, y poco más. Hay coreografías, saltos, mañas, disparos, tajos, zombis, trenes, viruses, saunas (la mejor secuencia en dos horas y cuarto) y hasta un ingenuo alegato anti-Corea del Norte. 
La puedes poner de fondo mientras hierves el ramen y no pasa nada.
Saludos.

viernes, 19 de mayo de 2023

Películas para desengancharse #103


 

La cuestión con LA VITA È BELLA es simple. El problema es que la cuestión es mi cuestión, por mucho que haya intentado convencerme de lo contrario. Lo que pensaba en su momento lo sigo manteniendo hoy día. Más allá de una película, estamos ante la obra de un caradura, un tipo capaz de suspender la realidad en mitad de la misma realidad suspendida. Un ejercicio de funambulismo, un bisturí en manos aceitosas, una mentira tras un guiño. Benigni hace una mentira y la incrusta en otra, y otra más, y así sucesivamente, hasta que la espina dorsal nos pide que nos relajemos, que creamos al bufón, que no interroguemos más a esa sensación de estafa. Nos pide que alabemos la farsa, que llevemos el engaño al límite, que el guiñol predomine sobre (incluso) las notas desafinadas de la comedia que enmascara la tragedia. No había vuelto a verla desde entonces, desde que, indignado, renuncié a rendirme a un trazo tan grueso que desbordaba la página misma. Apenas reconozco que haya cambiado, 25 años después, un mínimo gesto de indulgencia. A lo mejor he aprendido a separar, o a lo mejor es que sé bastantes más cosas ahora que entonces...
Es simple, si buscan emociones directas y simples. Si no, es simplemente la flamenca sobre el televisor...
Saludos.

jueves, 18 de mayo de 2023

El plano fantasma


 

Justo dos años antes de la conmoción de THE RING, Hideo Nakata filmó un pequeño film, precursor de aquel otro, en el que ya mostraba su obsesión por el tránsito entre la imagen filmada y un mundo habitado por extraños fantasmas. JOYÛ-REI (LA ACTRIZ FANTASMA) nos situaba en mitad del rodaje de una película, y en las imágenes aparecidas en los rollos una vez revelados (estamos en 1996), que descubren una especie de proyecto cancelado varias décadas antes. El rumor de la muerte de la actriz principal empieza a extenderse poe el plató, al tiempo que el director de fotografía descubre imágenes que simplemente "no debían estar ahí". A años luz de su magistral sucesora, DON'T LOOK UP (como se llamó en Estados Unidos) es, sin embargo, una interesante piedra de toque para indagar en las obsesiones de su director, que prácticamente, más que construir una filmografía panteísta, ha ido puliendo "variaciones"en torno a una idea fundamental, quizá la naturaleza fantasmal e inexplicable de la luz atrapada en el celuloide. O así era antes, claro...
Saludos.

miércoles, 17 de mayo de 2023

Raoul Walsh. Escribir la Historia #32


 

Más allá de parecer un film mediano, situado entre absolutas obras maestras, THE STRAWBERRY BLONDE es una película magníficamente contada, con la maestría de un narrador que sitúa cada plano y cada diálogo en el sitio justo. Podría ser una comedia romántica, con algo de enredos, pero también es la historia de un tipo demasiado sencillo (estupendo, James Cagney), pero con aspiraciones perpetuas de mejora. De cómo cae deslumbrado por esa sofisticada pelirroja (Rita Hayworth), que terminará casándose con el inefable trepa local, tan despreciable como artero, aunque el destino le deparará a una enfermera de ideas libertarias (Olivia de Havilland), que contra todo pronóstico será el amor de su vida. Por el camino, encuentros y desencuentros, promesas que son mentira y honestidades inquebrantables. Él se convertirá en un modesto dentista, y seguramente añorará aquel extraño día en el que pudo al fin bailar con "la pelirroja", pero también aprenderá que hay que perder mucho para ganar lo que posiblemente sea lo único importante en la vida. Raoul Walsh lo cuenta en un suspiro, sin perder el dinamismo, con ese ritmo único de sus películas... incluso las que no eran obras maestras. Ni les hacía falta.
Saludos.

martes, 16 de mayo de 2023

Dioses pero menos


 

La historia de SHAZAM! FURY OF THE GODS se explica bien rápido. La primera llegaba en el momento justo, básicamente para presentar en sociedad, y en plena fiebre superheroica, a un personaje del que todos nos preguntábamos cómo a nadie se le había ocurrido hincarle el diente. La pregunta era de qué manera volvería a abordarse un universo tan peculiar como el de Shazam & Family... Porque ésta es una película sobre la familia de Billy Batson, ese grupo de simpáticos huérfanos que más tarde pasarían a ser "superfamilia". Aquí el problema, porque a veces las franquicias se empeñan en conjugar demasiadas cosas, y muy diferentes. Aquí veremos a un enfadado grupo de diosas que quieren recuperar un poderoso objeto perdido antaño. Y también hay dragones, magos, unicornios (atención al detalle apropiacionista) y hasta Gal Gadot en glorioso cameo. La cosa es que me parece más embarullada que entretenida, que los personajes oscilan entre lo cargante y lo intrascendente, y que el sentido del humor ya no es tan ingenioso como cabría esperar. Es, sin más, una peli de superhéroes sin un gramo de oscuridad, con las coordenadas bien aprendidas, aunque desafortunadamente previsibles.
¿Me la esperaba mejor?... Pues no tengo ni la menor idea, porque ya no sé ni sobre qué iba...
Saludos.

lunes, 15 de mayo de 2023

Ensalada de refritos


 

En 1990, fue el propio Brian Yuzna quien retomó las riendas del relato de Lovecraft, con el elocuente título BRIDE OF RE-ANIMATOR, cuyo nombre no deja lugar a dudas, aunque la cosa va mucho más allá. Está claro el componente frankenstiniano, y todas las pistas van construyendo un "homenaje" al clásico de James Whale, con todas las reservas que esto conlleva por el carácter apropiacionista de Yuzna. La cosa no va tan mal hasta más o menos la mitad de la función, una destartalada comedia de terror que volvía a reunir a Jeffrey Combs y Bruce Abbott, e incluso devolvía al "descabezado" doctor Hill. Al final, como es previsible, empieza la lluvia de alusiones, comenzando cómo no por Romero, y siguiendo por otro film de Whale, FREAKS, en un remate simplemente descontrolado, y que sólo podría satisfacer a fans irredentos y con pocas exigencias. Este camino no daba para mucho más, pero ya sabemos que Yuzna es un tipo obstinado, lo que nos llevaría hasta un capítulo de lo más estrambótico, aunque es algo que contaremos en otra ocasión, no vaya a ser que nos dejemos llevar por una emoción que tampoco es que logre entender del todo...
Saludos.

domingo, 14 de mayo de 2023

Rincón del freak #548: El reverso del anticlímax como ejemplo de nulidad


 

ANTROPOPHAGOUS... GOMIA... SAVAGE ISLAND... TERROR EN EL MAR EGEO... Con esa pila de nombres conocemos una película cuyo mito es directamente proporcional a su infame calidad fílmica. Dirigida por el inefable Joe D'Amato, aunque fue concebida junto a George Eastman, otro que tal, su encadenado de horrores se limita a disponer de más de una hora en la que no ocurre prácticamente nada, excepto ver a gente andando, yendo en barco o hablando banalidades. He hablado abundantemente del anticlímax, de la dificultad de mantener la atención del espectador haciéndole prometer algo que no llega... hasta que llega. Aquí no llega, o mejor dicho, llega ya al final y no es casi nada de lo prometido. No entiendo esa fama de película maldita, censurada, cuando lo truculento son un par de máscaras de goma y unas cuantas tripas diseminadas por ahí; nada que no hayamos visto antes, ni después, y mejor estructurado. Me quedo si acaso con la comedia involuntaria, con una señora embarazada en tacones, con un malo que no se sabe qué hace ni por qué, por ir a buscar medicamentos en plena noche armado con un cuchillo, por los diálogos de parvulario. No, no es lo que el excéntrico cartel promocional anuncia, aunque la escena de marras salga ¡faltando dos minutos para el final! Es un exploitation de tantos, con poca gracia, y que además nos desvela por qué nadie conoce a Tisa Farrow, aunque sea hermana de Mia...
Los encuadres les darán dolor de cabeza, la música también.
Saludos.

sábado, 13 de mayo de 2023

Economicón


 

De no ser por algunos ramalazos, escasos, de ingenio técnico, se me hace difícil compartir el entusiasmo generalizado que al parecer ha suscitado el estreno de EVIL DEAD RISE, a la que es arduo adjudicarle hasta un lugar reconocible dentro del universo creado, hace ya más de cuatro décadas, por Sam Raimi. Menos escalofriante que el remake de Fede Álvarez, sí que se alía con dicho film al prescindir del elemento cómico, con el que Raimi selló la imposibilidad de una traslación, y menos en una época tan refractaria a la mixtura de géneros. Bastante fácil de definir, el film es un festín sangriento, repleto de mutilaciones y transformaciones físicas, correctas en lo técnico pero con la inventiva justa y necesaria. Todo lo hemos visto ya porque todo estaba presente desde el principio, y la metáfora de la familia que es apenas salvada por su miembro más ajeno y desarraigado es de un trazo grueso que sólo me parece justificado por tratarse de un cineasta tan desconocido como Lee Cronin, cuyo guion es simplemente reverencial con cada reojo a Raimi, por mucho que hablar aquí de "economía de medios" parezca un chiste privado. Estoy seguro de que los grandes fans se ven representados, mientras que los profanos habrán disfrutado de un film de terror solvente y con la firme intención de mantener abierta una franquicia que yo creo agotada.
Ni mala ni buena, sino todo lo contrario.
Saludos.

viernes, 12 de mayo de 2023

Películas para desengancharse #102


 

Rara avis, aunque generadora de infinidad de referencias posteriores, THE PRINCESS BRIDE se eleva fácilmente sobre la categoría de mera película, enarbolando orgullosamente un culto que le pertenece por derecho propio. Ya el libro de William Goldman es francamente bueno, pero lo que él mismo hace en el guion es una mezcla inaudita de géneros, transitando desde la comedia absurda al romanticismo exacerbado, las historias de espadachines o de piratas. Incomprendida en el momento de su estreno, ahora es objeto de análisis que le den sentido a esta fórmula perfecta, tan encantadora como divertida, tan desprejuiciada como romántica. Pocas veces se ha logrado reunir un elenco tan bien ensamblado, inesperadamente podríamos afirmar. La princesa Buttercup, en la que no concebimos a nadie que no sea Robin Wright, o ese papel perfecto (el único de su errática carrera) para Cary Elwes como el enamorado Westley; la otra pareja, inolvidable, un gran Mandy Patinkin como Íñigo Montoya buscando vengar a su padre, junto a André el gigante, al que quieres abrazar cada vez que sale en pantalla. Perfectos también los secundarios, encabezados por Chris Sarandon componiendo un malvado deliciosamente de opereta, junto a Christopher Guest, Wallace Shawn, Peter Cook (véanlo en versión original) o Peter Falk narrándole a su reticente nieto una historia que luego se le torna tan irresistible como a quienes la hemos visto, primero como niños, volviendo a esa infancia años más tarde.
Y para rematar, una inolvidable partitura a cargo de Mark Knopfler y Willy DeVille, ni más ni menos...
No conozco a nadie que no le guste, a lo sumo que ya no le otorgue ese aura de mito infalible, pero es indudable que llegó un día sin que supiéramos de dónde había salido, pero sobre todo por qué ya no se hacen películas así...
Maravillosa.
Saludos. 

jueves, 11 de mayo de 2023

Las manos del crimen


 

Agradable sorpresa la de BOSTON STRANGLER, nueva versión del clásico dirigido por Richard Fleischer en 1968, y de la que obtiene su hermetismo narrativo, que la convierte en un thriller frío y desasosegante. La gran diferencia radica en el protagonismo femenino, dos inusitadas reporteras espléndidamente interpretadas por Keira Knightley y Carrie Coon, que no sólo ilustran la dificultad para moverse en un mundo de hombres, sino también la elocuencia de ambas, intentando ir un paso por delante en un caso que se va tornando cada vez más extraño y complejo. Es aquí donde brilla el estupendo guion firmado por el propio Ruskin, que se alía con obras maestras como ZODIAC, en lugar de guarecerse en una burda revisión del original, ofreciendo una respuesta final tan ingeniosa como descorazonadora, y que desgraciadamente sigue tan vigente en nuestros días, demostrando que poco o nada ha cambiado en estos sesenta años.
Requiere paciencia e implicación, pero el esfuerzo merece la pena.
Saludos.

miércoles, 10 de mayo de 2023

Raoul Walsh. Escribir la Historia #31


 

No sé si mezclar a Edward G. Robinson, Marlene Dietrich y una compañía reparadora de averías eléctricas es una buena idea, pero en esencia es el tronco sobre el que se sustentaba MANPOWER, nueva incursión de Raoul Walsh en el terreno de las pasiones desatadas en mitad de un entorno laboral de riesgo. En realidad parece una excusa para confrontar a Robinson y el siempre solvente George Raft, que son buenos compañeros hasta que se cruza ella, hija de un veterano de la compañía, y que acaba de salir de la cárcel por su mala cabeza. El film es bastante entretenido, pero necesita de un ejercicio de abstracción importante, primero para enclavar un puñado de escenas que bien podrían provenir del cine negro, pero que se topan con el marco "social" del guion firmado por Richard Macaulay y Jerry Wald, que le dan la apariencia de dos historias filmadas en paralelo. No es un título memorable, pero sí solvente, y Dietrich se esfuerza por ser una femme fatale más mundana que de costumbre, y a la que llegaremos a ver incluso preparando huevos fritos, después de guardarse un par de billetes en la liga mientras trabaja como señorita de compañía. 
Se puede ver, si se es indulgente con los cables eléctricos... 
Aquí se tituló con un elocuente ALTA TENSIÓN.
Saludos.


martes, 9 de mayo de 2023

El agujero en ningún sitio


 

CANDY LAND es un interesante intento por volver al grindhouse más desprejuiciado y libérrimo, a través del día a día de un grupo de trabajadoras sexuales, enclavadas en una especie de estación de paso en una solitaria y montañosa región en Montana. Todo el preámbulo, y pese a las evidentes carencias presupuestarias, consigue atrapar ese cine rugoso e imperfecto, donde se puede palpar la dureza de este grupo, que se cuida mutuamente ante el desarraigo común. El problema sobreviene por la necesidad de introducir el elemento terrorífico, desembocando en un slasher de manual, demasiado previsible, y que difumina el retrato de personajes, como si de repente Swab ya no supiera qué más hacer con ellos, excepto abandonarlos a merced de los tópicos. Podría (y debería) haber sido más atrevida, porque no es común toparse con títulos que desafíen abiertamente el modo de rodar normativo. Desgraciadamente, John Swab nos ofrece sólo apuntes, porque incluso la imperfección necesita ser pulida.
Saludos.


lunes, 8 de mayo de 2023

Mundo glandular

 


La idea era que FROM BEYOND fuese la continuación perfecta a una posible franquicia, sobre todo tras el éxito de su predecesora. La realidad desveló el oportunismo de Yuzna y compañía, que pese a demostrar la pasión por el retorcido ideario lovecraftiano no es más que una especie de "aprovechamiento de lo ya existente". Aun así, RE-SONATOR (como fue conocida también en España) sigue siendo apreciable como la artesanía que es, un film de terror más clásico de lo que parece, y menos exótico también. Rodada a toda prisa, aún rescataba la parte principal del elenco, con Jeffrey Combs y Barbara Crampton al frente, pero con bastante menos sentido del humor que su predecesora y unos efectos especiales más predecibles. El gran problema, sin embargo, reside en un ritmo irregular para un film verdaderamente corto, como si todo se tratara de incluir descartes o reciclar ideas. Por todo ello se puede afirmar que ha quedado algo anticuada, aunque para grandes nostálgicos sigue siendo una pieza apreciable y, cómo no, complementaria. 
Lo mejor, la Crampton vestida de cuero y esquivando glándulas pineales.
Lo peor, la falta de cohesión entre sus partes.
Saludos.

domingo, 30 de abril de 2023

Rincón del freak #547: El mérito de ser el primero


 

Hay películas que son paradigmáticas casi sin pretenderlo, embolsándose una fama que el tiempo convierte en mito o leyenda, otorgándoles un estatus que simplemente no debería pertenecerles. En la cúspide de este reducido grupo ("películas que llegaron ahí de casualidad", las llamaría yo) veo claramente THE LAST HOUSE ON THE LEFT, el destartalado debut de Wes Craven, allá por 1972, cuyo único mérito cinematográfico era mostrar sin tapujos la crudeza de unos actos violentos, que prácticamente era el único motor de un film tan amateur que muchas de sus decisiones parecen tomadas al azar. El auténtico promotor fue Sean S. Cunningham, cineasta de bastante menor talento que Craven, y que siempre ha estado convencido de que la provocación gratuita puede ser arte por sí misma. Es un error que queda aquí de manifiesto, con un guion inconexo, un montaje desquiciante y un uso de la banda sonora que alguien debería explicarme algún día, porque no se sabe si pertenece a un film de terror o a un slapstick. La premisa no puede ser más simple, y es cierto que luego esto se ha copiado miles de veces, remitiéndonos a ese viejo mantra de "yo lo hice primero". Por un lado hay dos chicas que se van a un concierto; por el otro una especie de banda/familia de delincuentes, que huye de la policía. El destino hace que las chicas se topen con los segundos, y éstos les harán pasar un calvario que Craven aproxima a una explicitud que pocos se atrevían a filmar por entonces. Es lo único por lo que podría recomendar su visionado, por su carácter de proto-slasher bizarro e inconsecuente; por todo lo demás, no habría pasado de ser un fondo de catálogo sin mayor mérito. Lo atestigua, por ejemplo, que casi todo el mundo que participó en ella renegara de dicha circunstancia... excepto, creo, el bueno de Cunningham, claro...
Saludos.

sábado, 29 de abril de 2023

La explosión silenciosa


 

Hay algo más violento que la violencia, más explícito que la pornografía, más incómodo que esa escena que no debería estar ahí mientras "esa persona" está ahí al lado. Carlos Vermut realiza en MANTÍCORA una demostración de contención exponencial que muy pocas veces se ve en una película. No se trata de economía de medios, ni de morosidad narrativa. Vermut es un narrador elocuente, torrencial, pero nos había acostumbrado al meandro, a la esquina inesperada, a dislocar el eje hasta sus últimas consecuencias. "Lo que no se puede mostrar no debe ser mostrado", infalible mantra del cine clásico, que no detiene la historia porque exista el infame deseo de "verlo todo". MANTÍCORA no es perfecta, no le hace falta, ni es el mejor trabajo de Vermut, aun siendo una película soberbia, apabullante. Estamos ante la reinvención de un creador genuino, de los llamados a ser importantes, a marcar un punto y aparte. Y lo curioso es que no puedo contar casi nada del film, es imposible, porque es lo requerido, no saber nada para poder observarlo todo, entender a medida que conocemos a Julián, y le acompañamos en su monótono discurrir, hasta esa implosión sorda, que veíamos de lejos, como un rumor antes de la tormenta. Esta contención, monacal, refrenada, de fluidos guardados al fondo del pozo más oscuro, es una experiencia insoportable, insisto, no porque nos muestre a un ser humano odioso, el peor monstruo imaginable, sino porque la mirada infalible de Vermut nos deja la posibilidad de que todos nos veamos reflejados de una u otra forma. En un inocente dibujo infantil tenemos la respuesta...
Devastadora. Una de esas películas que merecen varios visionados... pero es tan difícil llegar a terminarla una sola vez...
Saludos.

viernes, 28 de abril de 2023

Películas para desengancharse #101


 

Fieles a la tradición bienal indéfila, continuamos aquí el repaso, absolutamente subjetivo, a esas películas que han conformado un imaginario particular, a veces idealizado, cuando no directamente distorsionado. Ya me parecía rarísimo que en tres lustros no hubiese asomado por aquí Alex Proyas, un director con tanto talento visual como pocos remilgos a la hora de pasarse la verosimilitud allá por donde dijimos. Y puede que la película suya que debería haber entrado aquí fuese EL CUERVO, aquel fenómeno mediático con el que irrumpió a principios de los noventa. Sin embargo, me ha parecido más elocuente irme a DARK CITY, un film tan olvidado como reivindicado, tan precursor como deudor asimismo de multitud de referencias. Un cuento distópico, extrañamente retrofuturista, que recuerda muchísimo a EL SHOW DE TRUMAN (versión hiperoscura), aunque no son pocos los que ven aquí una ascendencia más o menos indirecta con MATRIX, con la que comparte mucha de su estética e incluso ética. Yo, sin parecerme la maravilla que tantos llevan defendiendo desde hace 25 años, sí le otorgo su carácter personal y poco dado al remiendo descaradamente comercial. Ello le restó impacto en taquilla, pero le ha ido granjeando un aura de film de culto, no cultureta, pero sí lejos de esquemas rudimentarios y repetidos mil veces. A mí me gustan, sobre todo, sus momentos de cine negro, y menos los de ciencia ficción, aunque tiene el añadido de un final bien resuelto, verbigracia de un por entonces incipiente David S. Goyer. La partitura de Trevor Jones es estupenda, y la fotografía de Dariusz Wolski le da un toque tenebroso  e inquietante. Además, sólo por ver a Jennifer Connelly cantando standards de los 40 ya merece la pena...
Recupérenla si ni siquiera les suena.
Saludos.

jueves, 27 de abril de 2023

La broma infinita


 

Hay películas que son una pena. Lo son porque están lejos de ser una mala película, pero aun así son incapaces de erigirse sobre su propia circunstancia, engrosando las dudosas líneas de la pedantería. Algo así le ocurre a INFINITY POOL, última propuesta de Brandon Cronenberg, que se vuelve peor cuanto menos reconoce su falta de originalidad, o cuanto más evidentes son sus referencias. En mi opinión, y por contraponer a dos cineastas complementarios pero muy diferentes, en esta sosísima historia de identidades perdidas, hedonismo refrenado y crítica social chusca, sobrevuelan el último Kubrick y los trazos más gruesos de Ruben Östlund. De nuevo estamos ante un lugar indefinido, lo que evita problemas de concreción pero también resta verosimilitud a un relato que ya huele a chamusquina desde el primer impacto, que además llega demasiado pronto. En resumen, vemos a una "pareja bonita" de vacaciones en una isla (adecuadamente) ficticia; allí conocen a otra pareja, hay un pequeño flirteo entre dos de ellos, se van de picnic y a la vuelta atropellan a un lugareño, lo que ya despierta mi mosqueo. Deciden ocultar el suceso, pero se topan con un sistema de justicia implacable, que les reserva un castigo tan curioso como irresistible, y que por supuesto me reservo contar aquí para no chafarles nada, aunque ya les digo que todo esto ocurre muy pronto. De repente, a Cronenberg sele olvida escribir, delinear, detallar, y se abandona a un puñado de imágenes impactantes, apoyado en la suculenta fotografía de Karim Hussain y las etéreas notas de Tim Hecker. Como una mezcla espídica de EYES WIDE SHOUT y FORCE MAJEURE, lo que el director canadiense quiere, tras su muy superior POSSESSOR, es sublimar a Kafka y Camus, pero sin el desconcierto del primero ni la demoledora elocuencia del segundo. Esta "piscina infinita" se queda a mitad de todo, de un terror más visual que sugerente, y de un discurso que personalmente me ha parecido básico e irrisorio, recordándome en sus peores momentos a un panfleto aleccionador y paternalista.
Evítenla si van con la idea de que van a ver algo muy original.
Saludos.

miércoles, 26 de abril de 2023

Raoul Walsh. Escribir la Historia #30


 

Escuetamente.THEY DIED WITH THEIR BOOTS ON es una obra maestra, y de las grandes. Y lo es por motivos no estrictamente inherentes a su valor cinematográfico, que también. Estamos ante uno de los mejores manuales de cine, de dirección de cine. Si usted, o usted, refiere su futuro en los márgenes, melifluos e inconstantes, de la dirección, he aquí su biblia, no porque lo diga yo, que también, sino porque muy poquita gente ha sido capaz de filmar una película sin género bajo el condicionante de ser un western canónico. MURIERON CON LAS BOTAS PUESTAS lo tiene todo, y bien hecho, y con valentía. Primero, es la biografía de un psicópata sin destrozarlo, pero tampoco glorificándolo; no se me ocurre quién dejase diez minutos de margen entre dos de las escenas mejor rodadas de la historia del cine, y que éstas sean tan diferentes entre sí. Custer con su mujer, antes de la batalla, revisando sus enseres, que no le falte nada; una vez se despide, ella se desmorona, literalmente. Custer en la batalla, un montaje al milímetro, de rostros y de sentencias, de travellings y primeros planos. Raoul Walsh da una lección de cómo escribir con la cámara, tomen nota. E importante: durante las anteriores dos horas, no encontrarán ni un western ni un melodrama, ni una semblanza ni un sobrevuelo. Éste es un "gran relato", vestido con los ropajes del gran relato. Curioso. A mí me sigue pareciendo una de las más claras precursoras de lo que hoy representan, por ejemplo, Paul Thomas Anderson o Denis Villeneuve. Esto es: poner al servicio del futuro la propia experiencia. Y esto, hoy, es presente.
Obra maestra absoluta, y de las grandes.
Saludos.

martes, 25 de abril de 2023

Una píldora te hará más pequeño


 

Les voy a resumir en qué consiste una cosa como ANT-MAN AND THE WASP: QUANTUMANIA. Todo, absolutamente todo. Todo lo que se pueda reciclar, aprovechar, copiar de hecho, bienvenido sea, porque no es este mundo de quienes proponen, sino de quienes saben disponer. Lo de Marvel languidece en cosas como ésta, en artefactos que están a años luz del homenaje rendido, y que directamente tiran de un manual de fórmulas intercambiables e inocuas. En la misma frase están Kang y Baskin Robbins. El héroe va a salvar algo, suponemos que el universo entero, pero tampoco podemos estar muy seguros. La cosa es que si nos llevamos el campo de batalla a un lugar inconcreto (¿Quantico?) nos ahorramos daños colaterales molestos a la moral de los triunfadores ¿Quienes son estos? Más que nunca, la unidad familiar, ese magnífico bálsamo contra conquistadores totalitarios. Del barrio hasta el infinito, saltándose todas las inconveniencias paradójicas, y adelantando cada línea de guion por si se angustia algún consumidor de la llamada "nueva raigambre". De ellos es el MCU, porque así se ha querido y permitido.
Horripilante.
Saludos.

lunes, 24 de abril de 2023

La segunda vida


 

Vamos a hablar de RE-ANIMATOR, porque vamos a hablar de Lovecraft, esta semana y la que viene, y las siguientes. Y hablaremos de pelis de culto, de gente que vuelve de la muerte, de la agonía de esa segunda vida que uno no ha elegido vivir. Y es verdad que Lovecraft era un señor muy estirado y muy autoconsciente, y tendía a la solemnidad, pero afortunadamente no es de lo que hemos venido a hablar hoy. RE-ANIMATOR es un cachondeo, en mi opinión uno de los mejores ejemplos de cómo integrar el elemento cómico en una narración terrorífica, y que funciona mejor cuanto más dislocada se pone, alejándose del original del de Providence y salpimentando un gore más que efectivo con escenas tan contundentes como desprejuiciadas. Además fue la primera gran oportunidad para Stuart Gordon, auspiciado por el ojo de Brian Yuzna; y el reparto es tremendamente acertado, comenzando por el protagonismo compartido por Jeffrey Combs y Bruce Abbott, complementado con la gran Barbara Crampton y un inolvidablemente inquietante David Gale, capaz de llevarse de calle toda la parte final, que por cierto es brutal. Un film con tan pocos prejuicios, que hasta la banda sonora es un homenaje descarado al Bernard Herrmann de PSICOSIS, y son constantes los guiños hacia films clásicos, como FRANKENSTEIN, LA MOMIA o LA NOCHE DE LOS MUERTOS VIVIENTES. 
Si pueden, háganse con la versión extendida, aún más bestia y juguetona. Yo la he vuelto a disfrutar como cuando la vi por primera vez... Y sí, era demasiado joven para esto, pero nunca fuimos la generación de cristal ¿no?...
Saludos.

domingo, 23 de abril de 2023

Rincón del freak #546: El vigesimoctavo pasajero


 

No hace mucho, alguien me habló de la conexión directa entre ALIEN y una oscura coproducción italo-española de serie B de 1965. Suficiente para despertar la curiosidad, y comprobar de primera mano que TERRORE NELLO SPAZIO, más allá de algunas coincidencias en su esquemático guion, hablar de plagio es casi una ofensa al sentido común. Y ello pese a que Mario Bava se esfuerza por mantener la coherencia en este relato de ciencia ficción de lo más pedestre, en la que una misión espacial que nunca queda clara llega hasta un planeta que parece desierto, pero en la que descubren una forma de vida ya extinta. Hasta aquí las correspondencias, y no pocas, por las gigantescas proporciones de los esqueletos encontrados, pero poco más, pues la amenaza aquí consiste en un maquillaje que haga pasar a los tripulantes por infectados que han perdido su voluntad. Los trajes de cuero, los artefactos analógicos y las pétreas interpretaciones no ayudan a su cuestionable sentido del ritmo, y nos queda una película esforzada, incluso con hallazgos interesantes en lo técnico, pero que ha quedado como una curiosidad demasiado anticuada para una analogía tan atrevida.
Sólo la recomendaría a espectadores avezados, aventajados y sin demasiados prejuicios.
Saludos.

sábado, 22 de abril de 2023

El último funcionario


 

Lo que hace a IKIRU una obra maestra absoluta, incluso uno de esos films capaces de crear verdadera escuela, es su carácter diferencial, cómo Akira Kurosawa (y por supuesto Takashi Shimura, su protagonista) expande la mera narrativa para ofrecernos un retrato inagotable sobre la dignidad, posible, de hecho posibilista, del ser humano, una vez éste toma conciencia de su finitud, y por tanto del absurdo de su cometido cotidiano. Nada más evidente que la kafkiana oficina burocrática, donde el eterno papeleo ahoga cualquier iniciativa ciudadana, en pos de un orden que no es más que el triunfo de lo inalterable ¿Acaso hay algo menos hagiográfico que ceder a la debilidad de saberse en los últimos días? Watanabe expresa el deseo de "vivir", recuperar una magdalena que creía perdida para siempre, capturar esos días en toda su inapreciada singularidad, exprimir cada segundo. No, no estamos ante un héroe como podría imaginarlo por ejemplo un Capra, sino ante un "lúcido derrotado", tardío pero no por ello ajeno a su propio y ridículo propósito de redención. Ahí se hace patente la imposibilidad de trasladar este tono, amargo y desencantado, hermoso y brutal, hasta nuestros días, donde antes al contrario admiramos la opacidad funcionarial como el triunfo de un sistema que, en el colmo del absurdo, es fin en sí mismo.
Obra maestra absoluta.
Saludos.

viernes, 21 de abril de 2023

Últimos momentos para siempre


 

Encomiable la adaptación que Kazuo Ishiguro ha efectuado sobre la que sigue siendo una de las mejores películas de Akira Kurosawa. LIVING traslada con exactitud el alma de aquélla, sin pararse en mejoras innecesarias (ninguna obra maestra lo necesita), y respetando el gran motivo de esta paradoja narrativa, en la que lo trascendente es inseparable de lo cotidiano. El único cambio es el lugar, el Londres de 1950, donde el señor Williams, pulcro, metódico funcionario, recibe la noticia de que no le queda mucho de vida. Pende de un hilo la verosimilitud, de lo que ocurre antes y también después, pero insisto en que está estupendamente resuelto. El preámbulo, significante, nos revela un día a día imperturbable, de engañosa reverencia institucional. El corpus queda ya a merced de la soberbia y medidísima (casi zen) interpretación de Bill Nighy, que da una lección de control gestual y economía de medios. La resolución, eso sí, ligeramente alargada, no carece de significante, y termina siendo ese extraño remanso que para todos debería ser dejar de existir, dejar de vivir, rubricar esos momentos últimos sin éxtasis, y mejor con una bondad que tan a menudo queda orbitada con una debilidad que no es, ni puede ser.
Saludos.

jueves, 20 de abril de 2023

Por gruñir


 

UNWELCOME es una película pequeña, de modos modestos, pero que se quiere volver ambiciosa justo cuando menos lo necesita. Un cuentecito de terror veladamente folclórico, en el que una pareja se marcha de una bulliciosa ciudad inglesa a la campiña irlandesa, donde piensan criar al bebé que esperan en la casa rural que acaban de heredar. Es curioso, porque uno espera encontrarse con un film más apegado al suspense inherente a la irrupción de los cuerpos extraños en un entorno reticente a los cambios. Lejos de ello, nos encontramos con unos muñequitos bien construidos, eso sí, pero que llegan tarde y pelín tímidos. El resultado es un relato que combina terror y humor, pero cuyo apego a los lugares más comunes del género no le permite avanzar más allá de un entretenimiento que se olvida tan fácilmente como se llega a ella, que es con más curiosidad que certeza.
Saludos.

miércoles, 19 de abril de 2023

Raoul Walsh. Escribir la Historia #29


 

Hay mucho más de lo que parece en el interior de un film como DARK COMMAND, uno de esos westerns a menudo confundidos como "menores", puede que por esquivar convenciones e iluminar rincones oscuros de una época repleta de equívocos. Ya su arranque es prontamente desgajado, al presentar la improbable pareja protagonista, un viejo matasanos ambulante y un rudo vaquero, interpretado por John Wayne. Este último, harto de rodar a base de trapicheos, decide establecerse en un pueblito de Kansas, donde se presenta a alguacil, básicamente para conseguir los favores de la hija del banquero local. El giro más inesperado se produce por la rivalidad con el maestro, eterno pretendiente y ahora encargado de alfabetizar a quien podría arrebatarle todo lo que ambiciona. Walter Pidgeon interpreta con acierto a este complejo personaje, que primero encarna al abnegado demócrata, pero que estalla con la Guerra Civil, convirtiéndose en un salvaje contrabandista. Así, estamos ante un film en constante metamorfosis, que se sirve de una figura histórica, William Quantrill (aquí Cantrell), para dibujar los contornos de esa "leyenda impresa", la misma que elevó a los altares a siniestros oportunistas, mientras relegaba al ostracismo a quienes se basaban en algo tan peregrino como la ley. Porque nadie es aquí quien parece, pero mucho menos quien quiere parecer.
A destacar, además del estupendo guion, una más que reivindicable banda sonora a cargo del gran Victor Young.
Saludos.

viernes, 24 de marzo de 2023

El "pastocho"


 

Por ir finiquitando lo de Sitges (que ya me vale también), me parecía significativo exponer aquí otro ejemplo de terror reciente mexicano, aunque por motivos totalmente diferentes a los que traje la semana pasada. Si conveníamo en que HUESERA suponía un estimulante paso adelante, respondiendo a las demandas de un terror inteligente que no cae en la pedantería, el caso de LA EXORCISTA desmantela cualquier expectativa al respecto, abandonando la posibilidad de reírse de uno mismo, para caer en la comedia involuntaria. Me parece una oportunidad perdida, fiándolo todo a unos efectos digitales que no siempre funcionan, y a lo remedado de multitud de producciones similares, dando lugar a un término que mezclaría el pastiche y lo pastoso. Aquí había material, muy del gusto, por ejemplo, de Álex de la Iglesia, con la figura de una joven monja oficiando de exorcista improvisada en un pueblito, donde un devastador demonio va tomando posesión de cuanto incauto se le cruce, aunque su motivo último sea otro muy diferente. Insisto, la idea de partida, así leída, parece interesante, pero el resultado es poco menos que decepcionante.
Saludos.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!