martes, 31 de enero de 2023

Pecadores de la pradera


 

HELLBOUND es una miniserie coreana, estrenada por Netflix en 2021, y cuyo responsable, Yeon Sang-ho, no logra dar la forma de "artefacto irresistible", que por ejemplo exhibió en TREN A BUSAN. Se trata de una ficción distópica, que adolece de un núcleo narrativo sencillamente inverosímil, y que además se toma excesivamente en serio a sí misma, llegando a rozar la comedia involuntaria. A secas, resulta que dios ha decidido castigar de una puñetera vez a los pecadores, que somos nosotros; para ello, envía avisos varios días antes, y, llegada la fatídica fecha, unos "bichos forzudos" (en serio que no se me ocurre otro nombre) van en busca del desgraciado para masacrarlo a golpetazos. No hay mucho más, porque el resto divaga entre una trama policial inconcreta y una especie de secta llamada "La Nueva Verdad", que se jacta de dar una explicación definitiva a este castigo divino. Podría haber dado mucho más de sí, pero este asunto de pecadores y mártires, con sus penitencias grabadas en iPhone... de verdad que he llegado a dudar de si todo era una broma. Al señor Yeon le habrá servido para financiar su próximo largo, si no no se entiende nada.
Saludos.

lunes, 30 de enero de 2023

Los que traen el infierno #12


 

Terminamos aquí el repaso a la franquicia de HELLRAISER con JUDGMENT, de 2018, que de alguna manera intentó dar un paso más o menos original, pero que se topaba con unos serios problemas de capitalización, o cómo lo prosaico termina siempre por llevarse las mejores intenciones. Tomó las riendas Gary J. Tunnicliffe, guionista de la anterior, y que al menos no naufraga yéndose por las ramas, que era lo esperado. Se le notan las carencias de la edición directa a video, pero puede constituir un entretenimiento para paladares no muy exigentes, que busquen un par de efectos sanguinolentos y unas interpretaciones correctitas. Este periplo nos ha llevado desde 1987 hasta 2022, 35 años que han sido los necesarios para que al fin se pudiese ver una película a la altura del original literario de un Clive Barker, por otra parte, no tan interesado en las adaptaciones cinematográficas de su obra magna. A mí siempre me ha parecido más que curioso comprobar cómo se amontonaban los films, sin que ninguno aportase un solo gramo de cosecha propia, limitándose al ripio del concepto fundamental, y dejando la primigenia sinfonía de sangre, dolor y castigo en un culebrón de mediocridad inextricable.
¿Veremos a Bruckner corrigiendo este error histórico? No me atrevería a afimarlo categóricamente...
Saludos.

domingo, 29 de enero de 2023

Rincón del freak #539: Por los títulos los conoceréis...


 

Se me ocurre que hay una serie de películas a las que resulta imposible desligar de cierta memoria sentimental. Lógico cuando venimos de un mundo tan diferente al actual, donde los carteles promocionales de los estrenos podían encontrarse pegados en muroso colgados de las farolas. No era extraño, por tanto, que a un chaval de ocho años, como es mi caso, le hayan acompañado sensaciones que finalmente pertenecían a una imaginación sobrestimulada. Lo he comprobado de primera mano al revisar, por ejemplo, QUELLA VILLA ACCANTO AL CIMITERO, ya que aún me perseguía la curiosidad infantil por un título tan sugerente. AQUELLA CASA AL LADO DEL CEMENTERIO, con la ilustración de dicha casa, rodeada de tumbas y con un extraño ser blandiendo un cuchillo de cocina; no sería posible hoy día, pero entonces recuerdo ver el cartel en plena calle. Impresionaba, por supuesto, incluso aunque ni siquiera se accediese a la película. Verla cuarenta años después confirma dos cosas: que ha envejecido fatal y que hay títulos que se sobreponen a la calidad del film que anuncian. Es una sensación extraña, pero genuina, y por tanto destacable.
Yo sólo la recomendaría a los muy cafeteros, lo tengo más que claro.
Saludos.

sábado, 28 de enero de 2023

El nombre del poema


 

Hay un obstáculo insalvable que recorre todo el metraje de THE PALE BLUE EYE, y que no le permite encontrar un discurso propio y original: todo recuerda demasiado a EL NOMBRE DE LA ROSA, y esto no es decir poco. Sin leer la novela de Louis Bayard, el esquema narrativo parece similar, y la deriva de los personajes en esta trama detectivesca de época no da lugar a equívocos. Es el único problema que le veo, porque Scott Cooper arma un buen trabajo en torno a una serie de extraños crímenes en una academia militar, la llegada del prestigioso detective Augustus Landor, y el encuentro de éste con un joven Edgar Allan Poe, que completa una penosa instrucción. Tenemos el estupendo duelo interpretativo entre Christian Bale y, sobre todo, Harry Melling, que llega a poner los pelos de punta. Por contra, el aparatoso armazón del misterio principal no encuentra continuación en un desenlace excesivamente afectado, y que se entrega sin remilgos a las soluciones de manual. 
Es entretenida, y por momentos sorprendente, pero podría haber sido mucho mejor de haber tomado mayores riesgos.
Saludos.

viernes, 27 de enero de 2023

El aroma de los otros


 

En Sitges pudo verse LES CINQ DIABLES, una fábula de tintes fantásticos, que cuenta la historia de Vicky, una niña que posee el poder de "habitar" los recuerdos ajenos mediante la mezcla de sus olores. La película es sugerente, iniciática y bastante original, mostrando el presente de esta familia, aún marcada por un oscuro suceso, que terminó con la desaparición de la hermana del padre de Vicky, que repentinamente vuelve, hecho que desencadena la turbia relación de ésta con Joanne, la madre. Me parece una oportunidad perdida, o cómo desperdiciar una historia potente y original, en pos de la fútil búsqueda de querer abarcarlo todo, desde el inevitable peso del pasado hasta esos momentos "mágicos", en exceso explicativos. Un buen film, en todo caso, pero que se queda a mitad de camino de todas sus expectativas, pues no funciona como artefacto comercial, ni tampoco como autoral. De hecho, su talón de Aquiles es un ritmo exasperante y machacón, que parece dar vueltas sobre sí mismo.
Se deja ver si no se espera mucho de ella.
Saludos.

jueves, 26 de enero de 2023

Gran guiñol


 

Que todas las películas son un engaño, es una obviedad. Otra cosa es cómo nos engañan. Si lo hace bien, la película ds buena, porque no se nota el engaño. Si lo hace mal, la tramoya aparece, a veces reluciente, pero mecanismo al fin y al cabo ¿Quiere decir esto que una película/artefacto debe ser desechada? No, y es el caso de BULLET TRAIN, alumna aplicada de otros "objetos fílmicos", éstos avalados por su singularidad como propuestas decididas a rasgar los caminos impuestos y abrir nuevas sendas, que otros menos dotados seguiran como dogma de fe. Si atendemos a su director, BULLET TRAIN es un JOHN WICK mejorado, más complejo, socarrón y autoconsciente; un ballet de sangre y balas, esta vez salpicado por unos diálogos más elaborados y unos personajes con mayor peso colectivo. No pasa de ahí, y las comparaciones con Tarantino no se sostienen, no solamente por no poder superar el tufillo a "ya visto", sino por la imposibilidad de introducir un caos palpable. Su acción es metronómica, sus resortes cómicos se enlazan desde una trama mucho menos compleja de lo que parece, y su gran acierto es habilitar un clima de familiaridad con un reparto coral, aunque descompensado en las elecciones. Prefiero casi no contar nada de su argumento, y es mejor así, no porque haya grandes sorpresas, sino porque no deseo ensañarme con lo que considero (y no es poco) un estupendo entretenimiento de calidad. Ahora bien, es peor de lo que cualquier reseña entusiasta les quiera regalar en ofrenda plasticosa.
Saludos.

miércoles, 25 de enero de 2023

Raoul Walsh. Escribir la Historia #21


 

SPENDTHRIFT, de 1936, es una comedia romántica en la que un jovencísimo Henry Fonda interpretaba a un díscolo heredero, aficionado al polo, cuyo estricto padre ha mantenido lejos de de su fortuna, por su vida "dispersa". Moviéndose en un entorno de intereses cruzados, todos los consejeros lo empujan a un matrimonio de conveniencia con otra rica heredera, cuando en realidad está enamorado de una humilde empleada. No pasa por ser un título memorable, sino una de esas ágiles comedias que se ven en un suspiro, con un magnífico elenco de secundarios arropando a la emergente estrella, que encarna con solvencia a un "pijo con conciencia de clase", algo poco menos que improbable pero que ayuda a la elaboración de un guion repleto de equívocos y desencuentros, con el trasfondo de los hipódromos, las apuestas y cómo las apariencias no siempre son las que parecen a primera vista. Complicada de encontrar hoy día, tiene el atractivo de comprobar la versatilidad de Fonda, incluso cuando aún estaba por cimentar su colosal carrera.
Saludos.

martes, 24 de enero de 2023

A pulmón


 

Me he enterado del reciente fallecimiento de Agustí Villaronga, un director que siempre me ha interesado, y cuyo cine, hierático y obsesivo, creo que no ha llegado a ser comprendido en plenitud. Villaronga es poseedor de una mirada turbia y algo retorcida, que ha desembocado en un puñado de films que creo que han ido ganando con el tiempo, a medida que se han desvelado las muchas influencias de las que ha sido responsable. Y pocos debuts se recuerdan en nuestro país como TRAS EL CRISTAL, un relato que parece suspendido en el tiempo, o como indica su excelente plano final, encapsulado para ser observado desde fuera. El guion, firmado por el propio director, nos lleva hasta un desvencijado caserón, donde un antiguo doctor nazi, refugiado en algún poblado español, sobrevive en un aparatoso pulmón de acero, único sustento posible tras un fallido intento de suicidio. Atormentado por sus crímenes, y con la única compañía de su mujer y su hija, no puede imaginar el vuelco que dará su ya precaria existencia con la llegada de un joven, un nuevo enfermero, que sin embargo guarda un oscuro secreto. 
Película embadurnada de un "bello feísmo", a mí me parece una obra inclasificable, capaz de oscilar del terror físico al psicológico, y del thriller de venganza a un erotismo enfermizo. Más preocupado de firmar con trazos impresionistas, que de elaborar una narrativa convencional, Villaronga se muestra sorprendentemente maduro, incisivo con su claustrofóbica mirada de ojo de pez a aquella desangelada España, cubil de cuanta rata buscara refugio de una muerte segura. Su mirada es la de un cirujano, desapasionado pero con una rabia latente tras cada fotograma, algunos de una elaboración exquisita. Hoy, a casi cuarenta años de su estreno, sigue siendo un film prácticamente invisible, y ni siquiera el tardío reconocimiento de la Academia la ha sacado de su ostracismo. Es hora, por tanto, de reivindicarla, aun siendo, ya digo, una película no apta para paladares infantilizados como los de estos tiempos de la plataforma y la advertencia de visionado.
Oscura como un plato del que desconoces su composición...
Saludos.

lunes, 23 de enero de 2023

Los que traen el infierno #11


 

Seis años tardó Dimension en volver a retomar la franquicia creada por Clive Barker. Desgraciadamente, el nivel no sólo no remonta, sino que creo que toca ya fondo, pero muy al fondo. HELLRAISER: REVELATIONS es como un telefilm barato de media tarde trufado con algunos insertos recreados deleznablemente sobados. Ya sin Doug Bradley, la elección para interpretar a Pinhead recae en un actor totalmente ignoto, que ni siquiera puede usar su propia voz para dar vida al cenobita. El argumento es lo de menos. Rutinario, previsible y sin una sola idea original. La realización, a cargo del español Víctor García, parece obra de un principiante, y no de un director al que le hemos visto cosas mucho mejores. Se puede salvar algún efecto especial, pero muy poco más a decir o añadir, excepto la incredulidad que suscita el alargamiento de esta serie de películas, que además ni siquiera han obtenido cifras espectaculares, excepto si hablamos del mercado en DVD, claro.
Inservible, es la palabra.
Saludos.

domingo, 22 de enero de 2023

Rincón del freak #538: Comer cerebros es divertido


 

Me congratula que esta sección no siempre esté integrada por bodrios solipsistas, y que el término "freak" comprenda también otros títulos no por su calidad, sino por lo extraño de su naturaleza. Es el caso, por ejemplo, de THE RETURN OF THE LIVING DEAD, incursión en la dirección del mítico Dan O'Bannon, responsable, entre otros, de los guiones de ALIEN o DESAFÍO TOTAL. Y bien podríamos pensar que estamos ante una comedieta adolescente, salpicada de monstruitos, desnudos gratuitos y diálogos tontuelos. Nada más lejos de la realidad, porque O'Bannon se permite el lujo de realizar un gozoso metahomenaje al original de George A. Romero, imaginando que lo que ocurría en aquella película pudiese tener su explicación en la vida real. Esto nos lleva hasta un viejo almacén situado junto a un cementerio, donde una extraña sustancia ha sido ocultada por el gobierno, hasta que un accidente desata la locura zombi. Esto es a grandes rasgos, pero el film es mucho más. Es una comedia de terror con momentos muy divertidos y desprejuiciados; cuando quiere dar mal rollo lo da, como cuando una zombi explica el porqué de su obsesión por comer cerebros. Además, los efectos de maquillaje están magníficamente logrados, y las interpretaciones cumplen sobradamente. A día de hoy (hablamos de 1985), es un título muy de culto, a menudo injustamente denostado, pero que me permito recomendar a quienes no la hayan disfrutado aún, porque van a encontrar un trabajo hecho con dedicación y cariño, y que se ha mantenido sorprendentemente fresco y rabioso.
La banda sonora no tiene desperdicio, y el striptease de Linnea Quigley sobre una tumba tampoco...
Saludos.

sábado, 21 de enero de 2023

La gendarme y el escualo


 

Desde Luis de Funes, existe una vertiente en la comedia francesa dada a relatar las andanzas de algún gendarme, normalmente bienintencionado, pero cuya rectitud le hace chocar frontalmente con un sistema que no acepta sus métodos. Los franceses y su sentido de la comedia, no siempre bien entendido. En Sitges se han visto este año varios ejemplos, y uno es L'ANÉE DU REQUIN, destartalado homenaje al TIBURÓN de Spielberg (y ya es mucho decir), que incide durante gran parte de su metraje en un tono decididamente sarcástico/costumbrista, cuando una gendarme costera, a punto de jubilarse, ha de enfrentarse a un tiburón que amenaza la tranquilidad de una población turística. Sin ser un film mal realizado, y de hecho tiene algunas escenas acuáticas bien resueltas, tiene un problema tonal absolutamente inexplicable. Durante su primera mitad predomina esa comicidad burlona, exagerada, con personajes sobredimensionados y la excusa del tiburón casi como un elemento que subraya lo estrambótico. Sin previo aviso, la parte final es una película diferente, que entra en el terror físico, y que parece como una rectificación para contentar a todo tipo de espectadores, lo que desemboca en un film irregular y con decisiones más que discutibles. Lo mejor, de largo, la interpretación de Marina Foïs, que poco a poco va consolidando su talento, apto para prácticamente cualquier género.
Olvidable.
Saludos.

viernes, 20 de enero de 2023

Marilyn Peaks


 

Todo en BLONDE es ensoñación, no un sueño, sino la transmisión de la sensación de estar soñando. Es el principal hándicap, pero también su único valor real. Más que un personaje, lo que Andrew Dominik construye es un traje, una funda pretérita, que funciona magníficamente en las escenas oníricas, pero no son creíbles al bajar a tierra y pretender narrar de manera convencional. La suerte es que toda la estructura parece obedecer a este duermevela, alucinado y etílico, que nos habla de la fragilidad de una mujer traumatizada por una infancia junto a una madre desequilibrada y un padre desconocido. Sin solución de continuidad, saltamos a los inicios de Marilyn Monroe, una vez ha dejado atrás a Norma Jean. Sus escarceos en un triángulo amoroso, el encasillamiento como "rubia tonta", el deseo de ser madre, la sensación de no dejar de ser nunca una niña pequeña, sus dos matrimonios, sus tres abortos, su incapacidad para encajar siendo ella misma, quizá porque nadie era como ella. Es encomiable el trabajo de Ana de Armas, concediendo parte a la iconografía de uno de los iconos más importantes del siglo XX, pero dotándolo de una entidad interesante a la hora de corporeizar sus miedos e inseguridades. Es un poco larga, un poco repetitiva, y sórdida (atención a la escena con el presidente Kennedy), pero también ayuda en cierta manera a no frivolizar sobre la trituradora de carne hollywoodense, las muchas sombras que se necesitaban para mantener las luces brillantes encendidas. Toda la parte final pertenece al género de terror, y es inevitable no pensar en Lynch, y más concretamente en INLAND EMPIRE, que creo que es la gran inspiración de este film oscuro e incómodo, no tan magistral como podría haber sido, pero desde luego un reto bastante bien resuelto.
Saludos.

jueves, 19 de enero de 2023

Usted morirá en su nave espacial


 

Vaya por delante que hace apenas una semana conocíamos la muerte de Lisa Marie Presley, única hija de Elvis, aunque no haya sido éste el motivo por el que me he "aventurado" a ver ELVIS, penúltimo juguetito visual de Baz Luhrmann. No me gusta el cine de este señor, nunca me ha gustado y no va a gustarme ahora. Sólo añadiré que al menos, ELVIS tiene una cosa bien hecha, y una cosa bien hecha en un film de Baz Luhrmann es mucho más de lo que podría haber esperado decir antes de ver este anfetamínico y sobredimensionado film, analogía quele viene como anillo al dedo, por otra parte. Luhrmann, por una vez, respeta el original sin prostituirlo gratuitamente; su Elvis Presley es como podríamos imaginarlo, sin cambiar una coma, y en este caso el oropel está justificado. Hasta ahí, porque no entiendo la elección de Tom Hanks con prótesis ¿No había un actor orondo para el papel del Coronel Parker? No entiendo la falta de perspectiva, colocando a cada secundario en una especie de observatorio menor, sin peso, sin álgebra, destinados todos a no deslucir el trabajo de Hanks y de un esforzado Austin Butler, que cumple con las ordenanzas de la mímesis. Actuar es otra cosa, pero dirigir también. Baz Luhrmann no sabe salirse de la planicie de un show de los teleñecos, objetivando nuestra mirada no por ofrecer un hallazgo, sino una golosina empapada en colores brillantes, que se disuelve al poco de ser consumida. Me importa muy poco si éste era el biopic que merecía el Rey del Rock, eso se lo dejo a los mitómanos. Lo único que sé es que se podía haber hecho mejor, pero no pidamos al señor juguetero que aparque la nave y se dirija a la tripulación. Aludiendo al epílogo de este interminable mamotreto: hay aves sin patas...
Saludos.

miércoles, 18 de enero de 2023

Raoul Walsh. Escribir la Historia #20


 

BIG BROWN EYES es una película destinada a no ser mucho más importante de lo que su argumento viene a indicar. Personalmente me parece mucho mejor de lo que la historia le ha deparado, encadenando con naturalidad toda clase de géneros, sin que el montante se resienta, y descubriendo una pareja protagonista nada convencional, pero que funciona a la perfección. Un joven Cary Grant y Joan Bennett integran un velocísimo duelo interpretativo, puro screwball, que no es más que la excusa para zarandear una historia que mezcla ladrones de guante blanco (un elegante Walter Pidgeon), bandas criminales, dramas judiciales o alegatos emancipadores feministas (¡en 1936!). Todo ello cabe en apenas hora y cuarto, gracias al dinámico guion de Bert Hanlon, capaz de sortear todos los charcos en los que se mete, por el empecinamiento de la Paramount en explotar el encanto romántico de la pareja protagonista. Él, un policía no tan avispado, que bebe los vientos por ella, una humilde manicura cuyo olfato la llevará a convertirse en reportera de investigación.
Una de esas películas "menores" de Raoul Walsh, cuyo rescate se hace imprescindible, entre otras cosas, por ver a Cary Grant haciéndose pasar por una mujer... Y es que sólo a él le estaba permitido sin que rechinase.
Saludos.

martes, 17 de enero de 2023

Mundo viejuno


 

Hoy voy a ser especialmente breve, porque tampoco se sostendría profundizar sobre un film cuyo mejor apelativo sería "innecesario". ORPHAN: FIRST KILL es la precuela de aquella de la niña psicópata que en realidad era una treintañera con una enfermedad que no le permitía crecer. Primero, no sé a qué viene la precuela, porque no se cuenta nada importante; después, con un material tan interesante, los guionistas demuestran una incapacidad palmaria para innovar y/o transgredir, y estamos ante un film de terror del montón, con soluciones que conocemos y un ritmo infumable. Por último, haces una precuela trece años después, con una actriz trece años más mayor... No sé, pero en el cúmulo de incoherencias pareciera que ante lo que estamos es ante una autoparodia involuntaria. Y eso que hay cosas interesantes, aunque desaprovechadas, como la fotografía de Karim Hussain, que queda difuminada por un guion sin pies ni cabeza. 
Evítenla de cualquier manera.
Saludos.

lunes, 16 de enero de 2023

Los que traen el infierno #10


 

Dicen algunos entendidos en "la materia" que hoy es el día más triste del año, el "blue monday" o algo por el estilo. No sé si será cierto, pero yo he visto HELLRAISER: HELLWORLD, octava entrega de la franquicia, tan sólo para constatar que hay cosas más tristes aún. No hay aquí ya rastro de la obra de Clive Barker, tan sólo una burda prostitución de la misma para levantar un film rutinario, muy random, que podría haber pertenecido a cualquier otra posible saga, o rellenar un espacio de parrilla dominical. He puesto un fotograma de Doug Bradley porque me daba cosa pensar que este señor, siendo el verdadero icono, apenas saliera, y además hablamos de su última caracterización como Pinhead en el cine. Luego, dos curiosidades más, por añadir algo. Un irreconocible Lance Henriksen, que simplemente parece que pasaba por allí, y esto le dio para un par de facturas del gas; y una de las primeras apariciones de Henry Cavill, aún no tan cachas como luego, pero ya apuntando maneras como mojabragas involuntario.
Un desastre sin pies ni cabeza, por lo visto rodada a toda prisa con los retales de la coproducción rumana, y que de alguna manera venía a finiquitar una franquicia agotada y agotadora... aunque esto no es del todo cierto...
Saludos.

domingo, 15 de enero de 2023

Rincón del freak #537: Vertiginoso descenso al horror subjetivo


 

Todo es extraño alrededor de SPALOVAC MRTVOL (aquí traducida como EL INCINERADOR DE CADÁVERES), que ostenta el privilegio de ser la primera película premiada en el festival de Sitges, allá por 1972, ya que en las cuatro anteriores ediciones no se contemplaba la competición. Sin embargo, es posible que este film pudiese haber estado incluso en aquella lejanísima primera edición de 1968, pues ése es el año de su realización, aunque, curiosidades de la vida, estuviese prohibida hasta cuatro años más tarde, por lo extremadamente controvertido de su argumento. Es un film raro, incómodo, rechinante como una puerta mal engrasada, y nos introduce en el asfixiante y enfermizo mundo de Karel Kopfrkingl, que regenta un cementerio y sólo anhela dos cosas: la ascensión aria (a la que cree pertenecer) y la apertura de un gran crematorio, con fines "humanitariamente siniestros". Narrada enteramente desde el punto de vista de su protagonista, se nos hace partícipes de su repugnante hipocresía, predicando un estilo de vida, espartano y moralmente recto, pero practicando todo lo contrario. Karel repite incesantemente que no fuma ni bebe, pero sus visitas al burdel son continuas; mientras, su familia vive en un estado de atemorización constante, con una mujer literalmente enmudecida, un hijo afeminado y una hija invisible. Impresionante el trabajo del actor Rudolf Hrusínsky, transmitiendo en tiempo real la repulsiva psique de su personaje, más complejo y retorcido que cualquier tipo de asesino que pudiéramos imaginar, pues su mensaje es claro: vernos arder en su horno es la única forma de salvar un mundo, según él, podrido desde sus cimientos. 
Una de esas películas que merecerían una consideración mayor, y que constituyen la historia viva del festival de Sitges.
Saludos.

sábado, 14 de enero de 2023

Pesado como una montaña


 

A todo esto, a Netflix se le ocurre una idea genial para aumentar el relleno de su parrilla, aludiendo a un film ya existente y no sólo copiándolo, sino trastocando todo el sentido que inundaba aquélla. En un alarde de originalidad, nos cuelan TROLL, o cómo apropiarte de lo que otro ya ha hecho porque "así son las cosas". En realidad, no hablamos de un desastre absoluto, tan sólo de un producto de entretenimiento, que se olvida en cuanto llegan los créditos. Esto no tiene nada que ver con aquella joya que era TROLL HUNTER, sino que se limita a asimilar su aspecto exterior, olvidándose de lo que la hacía especial: su falta de prejuicios. Aun siendo una producción noruega, cada decisión está encaminada a satisfacer al consumidor habitual de un cine de acción americano, y no precisamente el mejor. Si lo que buscan es hora y media para no pensar en nada complejo, puede que hasta les guste; si esperan un relato revolucionario, sólo olvídenlo. Esto es Netflix y nada más que Netflix.
Saludos.

viernes, 13 de enero de 2023

Los pájaros a las escopetas


 

El caso de Ruben Östlund es diametralmente distinto al de ayer. Hablamos de un cineasta, conquistador de casi todos los premios existentes, y que propone un cine complejo en la estructura, pero con vocación de bajar al suelo cualquier tema que aborde, acercarlo para que cualquiera lo entienda. TRIANGLE OF SADNESS, últina ganadora de la Palma de Oro en Cannes, es una película mutante, un relato que como sus personajes se va adaptando a los cambios e imprevistos, sabiendo que a veces bajarla cabeza es el único modo de no perderla. En su arranque, pareciera que Östlund volviera al corrosivo retrato social de THE SQUARE, con una agencia de modelos masculinos y un joven que quiere abrirse paso como sea. Junto a su pareja, modelo e influencer, asisten a un crucero de lujo, invitados por un seguidor anónimo, y allí se entremezclan con millonarios, descubriendo que cada uno lo es por distintos motivos. Es en ese momento en que el cineasta sueco adopta manera buñuelianas, y despeña a sus personajes entre la burla y el escarnio, en una suerte de carnaval de excesos, donde no faltan buenas dosis de vómitos y diarreas durante una tremenda tormenta. Con el espinazo aún humeante, aún queda tiempo para una coda, en mi opinión innecesaria, en la que se invierten los roles y las miserias de estos personajes llegan a un extremo adyacente a la parodia de trazo grueso.
Es una buena película, incluso con algunos momentos de gran brillantez, pero en ningún modo es el mejor trabajo de su director, que debería empezar a no engreírse con sus "guiones originales" e ir admitiendo las influencias, que son muchas.
Saludos.

jueves, 12 de enero de 2023

Majuelos y catleyas


 

Se puede ser Proust o Stephen King, Tintoretto o Tom of Finland. Cuando el envoltorio supera al contenido, las sensaciones desaparecen, o son sustituidas por lo que conocemos como "sucedáneo". THE MENU sucumbe ante sí misma, su única naturaleza posible, que es la cel telefilm estirado; un telefilm muy bien hecho (bonito, quizás), que pretende ser muy inteligente, pero que contiene un ingrediente para nada secreto. El guion de Seth Reiss y Will Tracy quiere autoestilizarse, brillar por generación espontánea, y eso suele devenir en productos autoconscientes, saciantes de espectadores sin demasiadas carencias vitamínicas, como una cheeseburger aportando nutrientes rápidos. Aun así, el film tiene sus cosas, como un estupendo Ralph Fiennes, cuyo complejo personaje hubiese demandado algo más de profundidad. Por contra, quedan multitud de flecos en el aire, porque no sabemos absolutamente nada del germen real del diabólico juego al que este chef de alta cocina se dispone a someter a un reducido grupo de comensales, en eso que ahora se llama "experiencia gastronómica". En resumen, si van a verla con grandes expectativas les decepcionará; si por contra buscan un entretenimiento de calidad, es posible que la disfruten... o la sufran. No es casualidad la referencia a la hamburguesa, y sólo conozco a dos artistas, de los cuatro citados, que harían apropiación de ello.
Saludos.


miércoles, 11 de enero de 2023

Raoul Walsh. Escribir la Historia #19


 

En EVERY NIGHT AT EIGHT, la vena musical de Raoul Walsh se desparrama en la típica historia de las "tres chicas con suerte", que sueñan con cantar en la radio mientras languidecen en una aburrida oficina. Sin embargo, su destino da un vuelco inesperado al ser despedidas por su jefe, que las sorprende nada menos que grabando una canción en su propio dictáfono (nótese que estamos en 1935), por lo que deciden tirarse a la aventura y presentarse en el famoso programa cazatalentos, que se emite "cada noche a las ocho". Se trata de un musical prototípico, que se abre con un carrusel de actuaciones, en aquellos seriales radiofónicos con público, con voces de talento, novelas dramatizadas y hasta una señora que canta ópera como una gallina... Protagonizaba George Raft, en el papel del discreto director de orquesta que literalmente descubre al trío vocal, y unas entonces jovencísimas Alice Faye, Patsy Kelly y Frances Langford, destilando desparpajo y buenas voces, para una comedia romántico-musical que no ha pasado ni mucho menos a la historia, pero que supone un entretenimiento ligero y repleto de nostalgia.
Saludos.

martes, 10 de enero de 2023

Enfermar o morir


 

Siguiendo con el buceo en anteriores ediciones de Sitges, me encuentro con VAN DIEMEN'S LAND, un curioso film australiano de 2009, que recrea la supuesta odisea de Alexander Pearce, que a principios del siglo XIX escapó de la durísima prisión de Mcquire Harbour, en Tasmania, tan sólo para encontrarse, junto a otros cinco fugados, con un terreno inhóspito e inacabable. El motivo por el que Pearce fue encontrado, varios meses después, totalmente solo, pueden imaginarlo. La historia es truculenta aunque previsible, y la atmósfera de desconfianza y opresión crecientes está bien lograda, pero su ritmo, cansinamente contemplativo, le va restando empaque, hasta dejarla en una curiosidad bien filmada, con excelentes planos panorámicos del infierno verde. Los actores, convincentes, van tejiendo poco a poco los recelos entre prisioneros ingleses e irlandeses, hasta llegar a un clímax extrañamente anticlimático, que desecha cualquier elemento sorpresivo. Un film, ya digo, sólo para espectadores pacientes y curtidos, que no tengan miedo de largos planos sostenidos por una voz en off ¿He dicho Malick?...
Saludos.

lunes, 9 de enero de 2023

Los que traen el infierno #9


 

Aun con todos sus problemas, que son muchos, no es HELLRAISER: DEADER de las peores películas de la saga, y puede que la razón esté en que las riendas en cuestiones de producción las cogió Stan Winston, que al menos sabe de qué va el negocio del fantástico/terror más físico y menos relamido. Los problemas provienen de la ya habitual pereza a la hora de introducir a los cenobitas, nuevamente relegados a un rol simplemente testimonial. En esta ocasión, al menos la historia no es tan demencial, y sigue las andanzas de una reportera, especialista en casos extremos (una muy solvente Kari Wuhrer), que viaja hasta Bucarest para investigar una especie de secta, responsable de brutales asesinatos. A partir de ahí se pueden imaginar, porque un aprendiz de guionista tendría en este film campo abierto para curtirse. Efectivamente, y abriendo una tendencia que continúa hasta hoy día (estamos en 2005), se trata de una producción íntegramente rodada en Rumanía, abaratando costes y diversificando las posibilidades de una historia, insisto, que en realidad no es más que un thriller de intriga para pasar el rato. No hay que buscar nada más.
Saludos.

domingo, 8 de enero de 2023

Rincón del freak #536: Ο Ιησούς Φράνκο είσαι στον ουρανό


 

Si les da por traducir el encabezado de esta reseña, quizá entiendan un poco mejor por dónde van los tiros. Mejor, al menos, que si atienden al fotograma añadido, que uno podría llegar a confundir con un Antonioni adriatizado, que probablemente era lo que el señor Nico Mastorakis creyó emular cuando rodó, en 1977, TA PAIDIA TOU DIAVOLOU (internacionalmente conocida como ISLAND OF DEATH). Es más que posible que ningún lector de esta reseña la haya visto, y no me extraña porque este es un film tremendamente opaco y difícil de encontrar en circuitos convencionales. Con un estilo tan crudo y directo, que casi flirtea con el gonzo, Mastorakis nos lleva hasta la idílica isla de Mykonos, siguiendo a una pareja extranjera que se instala en una casa con la intención de pasar el invierno. Sin previo aviso, ambos se ponen a masacrar a quien se les ponga por delante, saliendo indemnes por su cara bonita, aunque luego sabremos que están en busca y captura internacional. Mastorakis, de biografía particularmente curiosa, adelanta un cachazudo cruce entre FUNNY GAMES y VIERNES 13, despojando de sentido la violencia, y ensayando una pedestre ambigüedad moral, sobre todo en un giro final que parece improvisado. En realidad casi todo parece improvisado, como filmado en un fin de semana loco, con multitud de desnudos gratuitos, asesinatos sin motivo aparente, y lo peor, algunos parlamentos que quieren ser trascendentes, pero que dan vergüenza ajena. Salvaría la audacia, o la inconsciencia, de quien rueda como sólo lo haría alguien que no tiene ni puñetera idea de hacerlo, aunque tampoco estoy muy seguro de que esto sea exactamente así en este rarísimo ejemplo de "terror extremo griego", sea eso lo que sea.
Saludos.

sábado, 7 de enero de 2023

Terroríficamente online


 

A propósito del inusitado rescate de EVIL DEAD 2, me he topado con una película que perfectamente podría ser deudora de aquélla. DEADSTREAM es una modesta producción, ganadora del Panorama en Sitges, que juguetea constantemente con los tropos de la comedia, incrustándolos acertadamente en mitad de una narración netamente terrorífica, y creando de paso una especie de "nuevo Ash" para la era de vloggers y streamers. Con un uso de la cámara en mano perfectamente justificado, seguimos a este sujeto (bastante hostiable, por cierto), un "creador de contenidos extremos", que intenta desesperadamente recuperar su audiencia perdida, por lo que decide pasar una noche, completamente solo, en una casa supuestamente embrujada, y de paso, emitir la experiencia en directo. Fundamental es el carisma del protagonista (el propio Joseph Winter), un tipo patoso y pagado de sí mismo, que no para de hablar ni de hacer chistes malos, y que parece tener una dependencia total de la voluntad de sus seguidores. Lo que los Winter hacen es un homenaje al primer Raimi, trayéndolo hasta nuestros días, con monstruos deliberadamente mal hechos, chistes físicos y una absoluta falta de prejuicios, que convierte esta DEADSTREAM en una película muy disfrutable, sólo si se olvida uno de solemnidades innecesarias.
Un divertimento sin grandes pretensiones.
Saludos.

viernes, 6 de enero de 2023

La nostalgia mal entendida


 

El fiasco de CLERKS III se entiende desde el objetivo de su cortedad de miras ¿Para qué dar la puntilla a un universo que ya se intuía cerrado? No lo parece en el arranque, que parece un sano ejercicio de autoparodia, sin omitir (más bien incidiendo en ello) lo poco que ha cambiado la vida de este grupo de personajes alrededor de la mítica tienda de ultramarinos. Están los mismos chistes, las mismas ocurrencias, los arquetipos. Pero con una diferencia fundamental: más o menos a la mitad, Smith decide que ésta es una película sobre adultos, inmaduros pero adultos. Parece la decisión de un guionista de segunda fila, pero el lacrimógeno uso de la enfermedad se le va de las manos, y ya en el inenarrable desenlace parece un panfleto protocristiano, excepto porque sigue habiendo chistes de pollas, anécdotas escatológicas y el inefable aluvión de citas nerdescas, fundamentalmente sobre Star Wars. Y también hay partidito de hockey en la azotea, y vuelve el vendedor de chicles, y los mismos clientes con las mismas absurdas preguntas. Si es lo mismo ¿por qué es peor? Porque la nostalgia, en manos de Kevin Smith, es como darle la vuelta a una tortuga: sólo a él le debe parecer necesario.
Saludos.


jueves, 5 de enero de 2023

Estadillo de pasante


 

Se puede cometer el error de ir a ver una película como THE WOMAN KING, esperando algún tipo de epifanía arcáica y respetada por las actuales nomenclaturas. Gran error, porque el último film de Gina Prince-Bythewood ofrece, punto por punto, lo mismo que aquella no tan recordada THE OLD GUARD. Esto es: entretenimiento de desarrollo puramente clásico, apto para espectadores-tipo, aunque con gotas de un gran talento para salir ilesos de las coreografías abigarradas. Este es un film canónico de aventuras, con soluciones de guion previsibles, un sólido trabajo actoral y ni un solo paso en falso, que es también antónimo de riesgo periférico. A destacar, por supuesto Viola Davis, lo bien filmadas que están las danzas guerreras y lo conciso de su trama. En el lado contrario, se hubiese echado en falta algo más de valentía con el tema del esclavismo, y no el montón de lugares comunes que ofrece, y que no es nada que no hayamos visto en demasiadas ocasiones. Aquí hay mujeres guerreras, ritos de iniciación, esclavistas que son muy malos, por lo que el binomio "opresión racial/orgullo de género" está más que servido, y a conciencia, y funciona si no se es lo suficientemente exigente como para no vislumbrar trazas de culebrón infiltrado entre una trascendencia de saloncito.
No está ni mal ni bien. Es entretenida y con eso basta.
Saludos.

miércoles, 4 de enero de 2023

Raoul Walsh. Escribir la Historia #18


 

De BABY FACE HARRINGTON hay más bien poco que decir. Una típica minicomedia, de las que tanto abundaban en los años treinta, y que aprovechaban el tirón mediático de los seriales radiofónicos, convirtiendo cualquier excusa argumental en una sucesión de sketches de entretenimiento. En esta ocasión, la Metro impuso como protagonista a Charles Butterworth, un actor de teatro cuya baza principal era una voz martilleante de charlatán, perfecta para anunciar dentífricos, pero con problemas en la linealidad de una película. Baste decir que su protagonista era un bibliotecario anodino, pero con la particularidad de estar casado con una bella mujer (Una Merkel), y con tendencia (no me pregunten por qué) a hacer desastrosos juegos de magia en mitad de la fiesta de Nochevieja... Sea como sea, el caso es que el guion (firmado nada menos que por Nunnally Johnson) enrola a este señor en una extraña aventura, en la que es capturado por un gangster (el "Baby Face" del título), pero su inutilidad intrínseca se convertirá en un arma para voltear la situación y mandar al malhechor entre rejas. 
Olvidable, intrascendente y un poco surreal. La dirigió Walsh, sí.
Saludos.

martes, 3 de enero de 2023

Las amistades peligrosas


 

SISSY fue la ganadora en Sitges en la sección Midnight X-treme, quesuele aunar propuestas novedosas y fuera de normativa. Sorprende, por tanto, el premio a un film que se va desinflando a medida que se echa en brazos de las bondades del género, abandonando las promesas apuntadas en su inquietante arranque. El terror aquí no provendría por tanto de dichas claves, sino de la cotidianidad de su protagonista, una especie de influencer que da consejos saludables para ser feliz, pero que al apagar la cámara se enrosca en su sofá a comer pizza y tragarse abyectos realities de tres al cuarto. En apenas diez minutos, asistimos a una afilada semblanza de una juventud a menudo sepultada por toneladas de información vacua, y que se refugia en su noción de un "lujo low cost" como huida hacia adelante en un mundo que cambia demasiado deprisa. El joven tándem de directores deja claras sus intenciones, llevándonos hacia la fiesta de despedida de Emma, que se reencuentra con su gran amiga Cecilia 15 años después; pero lo que ésta no sospecha es que la fiesta será en casa de Alex, que la acosaba cruelmente en el colegio. Así, entre equívocos, puyas y odios enconados, el drama psicológico deja paso a un slasher puro y duro, que a mí me dio la impresión de suponer un asidero confortable para no ahondar en una trama más madura y compleja. Aun así, es un film entretenido, con algunos momentos que no están nada mal rodados, pero al que le falta un pequeño hervor para ser más importante de lo que es.
Saludos.

lunes, 2 de enero de 2023

Los que traen el infierno #8


 

No me atrevería a opinar abiertamente que HELLRAISER: HELLSEEKER (la sexta, para entendernos) sea la peor película de la franquicia, pero debe ir bastante por ahí. Lo de la configuración del lamento, a estas alturas, parece ya un chiste lejano, perdido entre las sombras de una recóndita oficina de la Dimension. Estructura, apariencia y ejecución de telefilm barato, con un guion que amontona los clichés hasta tocar el techo. Con una música que eterniza el concepto random. Con unas interpretaciones, éstas sí, lamentables; porque el protagonista parece a punto de reírse cada vez que debería estar aterrorizado, porque Ashley Laurence sale menos que Pinhead, y porque Doug Bradley, pobrecillo, intenta otorgar dignidad a un batiburrillo infumable y olvidable, de nuevo una especie de thriller esotérico de los que tan de moda se pusieron a principios de los dosmil. Ni siquiera tiene algo de sentido del humor, ni siquiera es capaz de ofender y algunos de los contados efectos especiales son como de anuncio de turrón El Lobo... Mal, muy mal.
Saludos.

domingo, 1 de enero de 2023

Rincón del freak #535: Amarillo chillón, rojo insoportable


 

Hemos despedido el año con algunas desapariciones remarcables, entre las que me gustaría incluir la de Ruggero Deodato, que por diversas razones aún no había aparecido en el blog, ni siquiera a través de su título más mítico. CANNIBAL HOLOCAUST es uno de esos films capaces de trascender su propia circunstancia y calidad fílmica, creando una especie de aureola mítica a su alrededor, que la coloca en un punto más allá de una discusión al uso. Te podrá gustar o repugnar, te puedes divertir o enfadar, pero hay un "algo" indefinible, que te obliga a seguir mirando, y que curiosamente es el único elemento destacable en una producción, por otra parte, deliberadamente sensacionalista. Casi todas las imágenes son gratuitas, sus métodos cuestionables, las interpretaciones en continuo raccord, y la partitura de Riz Ortolani parece robada a un film erótico, como si todo hubiese sido improvisado y ensamblado por la cara. Por supuesto que hay maltrato animal, y cómo no podría haberlo cuando estás convencido de que vas a cambiar el eje de la narración cinematográfica más allá de blandas consideraciones morales. Deodato siempre fue un director mediocre que se tomó muy en serio a sí mismo, y lo único rescatable de este porno encubierto es la audacia que luego nadie ha sido capaz de llevar a cabo. Por ello seguimos recordando HOLOCAUSTO CANÍBAL 43 años después, por hacernos sentir incómodos desde un lugar confortable y previamente atildado para la ocasión.
Saludos.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!