Bueno, como tenemos lo de los oscar a la vuelta de la esquina, y la semana que viene va a ser un no parar frenético, vamos a tomarnos el Domingo con calma. Con calma pero manteniendo los tiempos, porque no todo fueron luces y destellos en la carrera de William Hurt, que también tuvo lo suyo con algún que otro descarrilamiento y/o fruslería erótico-festiva, que no festivalera. Con ya los sesenta, y alguna gana, digo yo, de echarse un cantecito por tierras tailandesas (y suponiendo que Weerasethakul estaba en otras cosas), el señor Hurt apareció en una cosilla de esas de serie B tirando a Z, que suelen ir directas al video, cable o qué sé yo, y que además arrastra una intrahistoria curiosa. El engendro se titulaba HELLGATE, y venía a ser una especie de prima pobre de INSIDIOUS, por decir algo. Rodada con cuatro chavos en una semana, nos ponía a Hurt como una especie de chamán de costumbres lúdicas, que va a ayudar a ese eterno proyecto llamado Cary Elwes, que es más joven pero luce peor forma. Da igual, porque la peli es muy mala, pero lo curioso es que fue la segunda perpetrada por John Penney, que fue el responsable de aquella anomalía inenarrable que era ZYZZYX ROAD... ¿se acuerdan?... Pues eso, una coproducción americano-tailandesa (habría que ver las finanzas), que al menos sí me parece un punto y aparte que despoje un poco de solemnidad al repaso que hemos dado a la carrera de William Hurt, seguro que él lo hubiera aprobado...
Saludos.
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