jueves, 3 de marzo de 2022

Pimplando la suave


 

De lo de ayer, parece mentira que fijásemos un relato fallido por no ser capaz de detectar las claves de los grandes nombres del género, y que seguidamente nos encontremos con algo peor aún. Sí, porque la "puesta al día" de SCREAM merece poca justificación, por no decir ninguna. Por un lado, al desaparecer la numeración, se nos hace creer que estamos ante un acto (sea de cierre o no) solemne y capaz de sublimar el ingenioso dispositivo que hizo de la franquicia un sello legendario. Nada de eso, porque esta SCREAM'22 se resume casi con estupor, en las pocas líneas que van desde la copia estupefacta de la original de Craven, hasta un desfile de cameos dolorosamente sonrojante. Apenas salvaría a un esforzado David Arquette, que intenta insuflar vida a los desganados protagonistas, salidos de alguna serie de Disney Channel. Neve Campbell parece llevar pinganillo, como si la hubiesen engañado para actuar. Aunque la palma se la lleva una recauchutada e irreconocible Courteney Cox, que debería estar en los razzies en varios apartados. Y ni siquiera es capaz de reírse de sí misma, ni de introducir algún giro realmente alucinante, porque todo se resume en una coreografía oxidada, como la que emprendería un borracho al que le han aguado la bebida...
Yo no soy fan, pero miedo me da del que lo sea.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!