KINGDOM fue una miniserie surcoreana (alcanzó a dos temporadas) que, vista con perspectiva, es uno de los mejores y más originales trabajos que se han hecho sobre zombis. Basada en el no menos espectacular cómic de Yan Kyung-il y Kim Eun-hee, autor asimismo del guion, nos traslada nada menos que al siglo XVII, con el reino sumido en la catastrófica dinastía Joseon. Más allá del relato de terror, KINGDOM propone un complejo fresco sociopolítico, con los intereses y fanatismos, que se ve incrementado por una misteriosa enfermedad, que revive a los muertos y los convierte en monstruos sedientos de sangre. Con un diseño de producción que remite más al cine que a la televisión, la primera temporada traza el ponzoñoso clima político, en el que sobresale la siniestra figura del consejero real, que mantiene secretamente cautivo a un monarca zombificado, con tal de bloquear el acceso de su heredero, de ideas reformistas y que podría acabar con la miseria del país. La segunda, en cambio, prescinde de estas tramas palaciegas y propone ya un vertiginoso apocalipsis zombi, que pasa a ser el único enemigo a combatir, mientras una brillante doctora trabaja contrarreloj para entender la enfermedad y sus causas, y encontrar una posible cura. Una vez más, Corea implementa un producto de excepcional calidad, que destapa las vergüenzas del infumable catálogo de Netflix, pero que precisamente fue abruptamente cancelada sin que su historia quedara cerrada, al ser una producción en exceso costosa y no terminar de ser rentable, aunque aún se rodaría un telefilm dos años después que, curiosamente, aun siendo una precuela era el verdadero broche a la historia, aunque esto lo contaremos a no mucho tardar...
Saludos.
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