martes, 5 de marzo de 2024

No le importas a nadie


 

Hay algo, no sé definir muy bien qué, que no me permite acceder con naturalidad al interior de ANATOMIE D'UNE CHUTE, flamante ganadora de la Palma de Oro y víctima de un incomprensible parajuego entre distribuidoras, que la han llevado a competir por el oscar a mejor película, pero no en el apartado internacional. Retruécanos comerciales aparte, me interesa reconocer esa "pantalla de salvaguarda", que me ofrece una imagen pero parece ocultar la valiosa, como si necesitara saber que su público es valiente, y es inteligente, y que está bien pagado de sí mismo aunque esto lo hayamos visto cientos de veces en pantalla. Desde luego, reconozco que esperaba otra película muy diferente, mucho más retorcida y terrorífica, para quedarme apenas con algunas escenas muy inquietantes y la interpretación de pleno dominio del entorno de Sandra Hüller, que siempre parece estar en otro nivel que el resto del reparto, y tampoco sé si esto es necesariamente positivo. A la mitad de la función ya se nos ha advertido de que no estamos ante un thriller criminal, y que el juicio a su protagonista, una escritora acusada de asesinar a su marido, es una excusa para poner en marcha una despiadada disección de una personalidad extremadamente compleja y su imposibilidad para empatizar con un entorno que le sirve apenas como banco de pruebas para sus novelas. Justine Triet podría haber ido un paso más allá en este planteamiento, pero divaga en cada miniclímax y suspende la propia suspensión de la incredulidad, dejándonos a merced de un juicio que, o he visto demasiadas películas similares, no termina de funcionar del todo. Es una magnífica película, innecesariamente fría, a veces dubitativa en la cuerda floja, pero que me da la impresión de que gana en posteriores visionados.
Me sorprendería que ganara, pero veremos qué pasa con su protagonista o el guion.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
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