sábado, 30 de marzo de 2024

Una de los suyos


 

He intentado comprender muchas veces el porqué de la mala acogida general de un film como UNDER CAPRICORN, una vez vistas y comprobadas sus virtudes, que no son pocas. Puede que sea el inusual enclave australiano, pero esto es fundamental en la historia, al confrontar a los ciudadanos con linaje con los exconvictos que prosperaron en su exilio forzado. Hay quien lo achaca al pobre protagonismo de Joseph Cotten, y estoy de acuerdo, aunque sólo para fijarme en gran trabajo de Ingrid Bergman, que tarda en exhibirse como la mujer "atormentada" que esconde un oscuro pasado, y de un inesperado Michael Wilding, que ejerce como perfecto contrapeso entre ambos, interpretando a un vividor finalmente metamorfoseado en héroe redentor. Nadie es aquí lo que parece aparentar, y Hitchcock lo filma en elegantes y sofisticados planos secuencia (recordemos que venía de filmar LA SOGA), donde la cámara no sólo acompaña, sino que vertebra cada diálogo, sea discurso, parlamento o simple chismorreo. Sin olvidar el excelente trabajo de Jack Cardiff, con una espléndida paleta cromática, o la gran partitura de Richard Addinsell, a menudo olvidado por la memoria cinéfila. Estamos ante un drama de época, sí, pero también un inquisitivo estudio psicológico, remarcando las fortalezas y debilidades de unos personajes a los que, de una u otra manera, no les es permitido ser ellos mismos. Con dos antecedentes ineludibles, y que dotan de sentido al guion de James Bridie, como son REBECA y LUZ DE GAS, ciertamente no llega a la grandeza fílmica de estas dos, pero creo que se merece algún reconocimiento más de los que la han dejado en un discreto escalón de una filmografía, por otra parte, desagradecida por extensa.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
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