A principios de los setenta, el documentalista Richard Schickel realizó una decena de entrevistas a algunos de los iconos más poderosos y legendarios del Hollywood clásico. Entre ellos, Hitchcock, Hawks, Minnelli, Capra, Cukor o Raoul Walsh, del que extrajo un buen puñado de anécdotas, sacando el lado más amable e irreverente de un director tan grande que nunca se consideró más que "un currante" más de los estudios. Trufado de imágenes icónicas, escenas inolvidables, Walsh recuerda el mal carácter de Bogart, el melancólico final de errol Flynn o el imparable dinamismo de Cagney; cómo descubrió a un tal John Wayne mientras descargaba muebles, e incluso fue quien le cambió el nombre. o cómo las mujeres eran las que más problemas daban en los rodajes... ¡porque había que peinarlas! Todo ello frente a una audiencia de jóvenes estudiantes que lo escuchaban embobados, como a uno más de su generación; un bromista de 86 años, sin pelos en la lengua y ese aura que desprenden quienes se han paseado por el Olimpo, y por tanto pueden permitirse desmitificarlo como si tal cosa. Por supuesto que THE MEN WHO MADE THE MOVIES: RAOUL WALSH es un documental de corte televisivo, austero y funcional, pero poco importa si nos da la oportunidad de escuchar de primera mano a uno de los más grandes directores de cine de todos los tiempos.
Y ahora creo que sí estamos...
Saludos.
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