viernes, 7 de octubre de 2022

Bajo llave


 

HOUNDS OF LOVE es una película australiana, que pese a causar cierto revuelo (es de 2016) en el país oceánico, luego ha quedado bastante olvidada, aunque merece la pena detenerse brevemente en ella. Lo primero que llama la atención es lo directo y rotundo de su mensaje, sin escudarse en los subterfugios típicos del género, y casi escapando de los mismos, con crudeza y honestidad. Nos cuenta la tenebrosa deriva de una pareja, aparentemente modélica, pero que esconde un terrible secreto. Periódicamente, se dedican a secuestrar chicas jóvenes, a las que someten a terribles torturas sexuales, para terminar asesinándolas y enterrándolas en mitad del bosque. No desvelo nada que el film no haga ya desde su arranque, sin ocultar la identidad de la pareja en ningún momento, sino ofreciéndonos el rostro de los mismos para que seamos partícipes directos de la tensión creciente, sobre todo cuando deciden "cazar" una nueva víctima. Ésta es una joven que intenta superar el divorcio de sus padres, y una noche desoye a su madre y se marcha a una fiesta nocturna, a la que nunca llegará. El acierto de Ben Young (recordemos que éste era su debut en el largo) recae en esa recreación angustiosa de un puñado de días terribles, no por usar escenas especialmente truculentas, sino por el grado de desesperanza al que llega la víctima, al tiempo que presenciamos el nauseabundo desequilibrio de esta pareja, basada en una enfermiza relación de dominación y sumisión. Sólo un pero: hay cierto pudor a la hora de desarrollar los personajes, abriendo tramas paralelas que se detienen súbitamente. Por contra, toda la escena final es de un suspense contenido, que por momentos puede llegar a ser insoportable, y que demuestra la prevalencia del montaje sobre el impacto visual.
Muy interesante película, terrorífica en lo psicológico y atmosférico, y que siempre opta por recursos más propios del suspense más clásico.
Saludos.

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