1. La historia es contada desde la preservación del orgullo, más que del honor. El orgullo entendido como suma de las virtudes obtenidas obstinadamente, sobre todo cuando se trata de alguien perteneciente a una cuna difícil, cuando no arrastrando una genealogía pertinente en la desdicha.
2. La historia es contada desde la comodidad del vasallo ilustrado, dispuesto a gozar de una mejor segunda vida, y que apenas puede medir las consecuencias de que alguien le hable de honores y zarandajas. La apuesta se ve reforzada por el apoyo asornado del señor, cómplice de correrías, aunque sus libertades siempre sean legítimas.
3. La historia es contada desde la convicción de la víctima, que por dicha condición se niega tan siquiera a explorar las consecuencias de las que antes hablábamos, y prefiere mezclar tanto el orgullo, como el honor, o la medida de un futuro mejor, incluso a costa de disociarlo de un pasado que se nutre de la opacidad.
4. Mi opinión es que la historia es un desastre narrativo, pero que no importa, porque hay tensión, fisicidad, miradas chungas, caballos muertos, nieve embarrada y dientes negros. Es decir, que THE LAST DUEL es una muy buena película de entretenimiento (un pelín larga, eso sí), y que es recomendable en tanto que nos trae de vuelta al mejor Ridley Scott, el que reluce cuanto menos se estruja la sesera buscando una inteligibilidad que no le sienta bien a su cine de muchas contundencias. En cambio, creerse uno que puede remedar RASHOMON y salir airoso...
He aquí las cuatro caras de este film. Disfrútenlo.
Saludos.
2 comentarios:
Ni más ni menos. Una buena película lastrada por un exceso de ambición.
Saludos.
Me la esperaba mejor, pero tampoco le pido ya tanto a Ridley Scott...
Un saludo.
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