No soy un gamer. Estoy lejos de serlo, y ello me lleva a analizar de forma muy distinta una película como FREE GUY a como lo haría un experto en videojuegos. Entiéndanme, no quiero dedecir que esta película no tenga ninguna valía, porque tiene algunas, y de hecho me parece que juega adecuadamente sus cartas, referidas éstas a una amalgama de géneros de la que Shawn Levy sale airoso las más de las veces. Estaríamos ante un "show de Truman" menos filosófico, y más pendiente de aprovechar las infinitas posibilidades técnicas, que son parte indivisible de su armazón. Guy es un tipo simple, muy simple, demasiado simple, que vive en Free City, una ciudad cuyo día a día es el de cualquier videojuego. Esto es: los malos y los buenos son tipos de acción armados hasta los dientes, mientras las personas normales son meros figurantes, que asisten impertérritos a cada cosa que les ocurre a diario. Sin embargo, un suceso absurdo y aleatorio hará que Guy comience a tomar a tomar conciencia de quién es y qué es el lugar donde vive, y no será una revelación sencilla de digerir. Y es una lástima, porque estoy seguro de que esta premisa argumental daba para algo un poco más profundo. En lugar de ello, FREE GUY opta por explotar la vertiente autoparódica de un Ryan Reynolds como pez en el agua, y suavizar las reflexiones filosóficas para otros más preparados y con menos miedo a innovar de verdad.
El resultado, un buen film, entretenido, buenrrollista y, cómo no, altamente indicado para esos señores llamados gamers...
Saludos.
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