sábado, 29 de enero de 2022

Tiempo detenido


 

THE HUMANS es, por su condición de adaptación teatral, una película obligada a sortear numerosos dilemas técnicos, que la ralentizan en demasía, cuando no la despojan de gran parte de su sentido. Un sentido que es más indeciso que sobrio, y que se aprovecha de su estupendo elenco, donde sobresalen los veteranos Richard Jenkins y Jayne Houdyshell, quien precisamente ganó un Tony por la obra teatral. Uno no sabe si el film se aprovecha del espacio único (un enorme pero desvencijado apartamento junto a la zona 0 neoyorquina), o por el contrario el lenguaje cinematográfico, que necesita respirar otros oxígenos, la hace caer en una pesada e insalvable monotonía. Es ésta una historia de confesiones en mitad de la cena de acción de gracias, donde una familia se va deshojando a sí misma a medida que el día avanza, aunque podríamos considerar que no entramos aquí en terrenos tan escabrosos como cabría esperar. La hija mayor (Beanie Feldstein) se ha mudado recientemente junto a su pareja (Steven Yeun), y el apartamento, repleto de humedades y ruidos extraños, como desnudo de mobiliario, es ese espacio impersonal donde a uno no le importa sincerarse. El film está bien construido, pero desconciertan sus repentinos cambios de tono, especialmente en su parte final, bastante exagerada, y sin que yo pudiese atisbar un motivo indiscutible para ello. Por lo demás, es un estimable debut en pantalla grande, y habrá que ver si dispone de alguna continuidad.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!