sábado, 1 de enero de 2022

Exagerado por todo caudal


 

MALENA ES UN NOMBRE DE TANGO era la evolución lógica desde LAS EDADES DE LULÚ, algo así como sentar la cabeza sin renunciar a pequeñas maldades, aunque el resultado se parece más a esa ropa que compramos a sabiendas de que nunca nos la vamos a poner. Malena es una niña rebelde, a la que no le gusta que le digan lo que tiene que hacer, que tiene una tía medio monja y medio puta, y cuyo abuelo le ha dado la última gran joya de la familia, probablemente conseguida por un antepasado en dudosas acciones. A partir de ahí, crecer, los veranos, el sexo, saber que ser rebelde deja de ser divertido cuando ya eres adulto y la gente empieza a dejar de preocuparse de ti. Una película de los noventa, con Ariadna Gil, gente doblada (esas coproducciones), aquella magnífica actriz tan poco reconocida que es Marta Belaustegui, o la constatación de que a Almudena Grandes se la entiende mejor desde sus páginas, aunque aquel breve estado de hype no se lo quita nadie. Es exagerada para lo que cuenta y tiene una escena navideña con búlgaros borrachos que da vergüencita; y al final, todos sabemos cuál iba a ser la redención/salvación de la pobre Malena...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!