THE FEAST es un título engañoso, por mucho que la excusa argumental sea precisamente el banquete y, sobre todo, los preparativos del mismo, que una adinerada familia organiza en su lujosa casa de campo. El banquete lo es menos, porque los momentos dedicados a agudizar los sentidos, con olores, sabores, texturas, y más que nada sonidos, van paulatinamente desapareciendo, para dejar paso a lo que va destinado este relato (otro más) de eco-horror, sea eso lo que sea. Perfecta, sin embargo, para cierta audiencia de Sitges, se regodea en un grotesque que se va apuntando un poco groseramente, y que por momentos me ha remitido a un primerizo Ben Wheatley. Sorprende su ritmo cansino, siendo una película razonablemente corta, y lo mucho que le cuesta decidirse a desvelar lo que finalmente es un secreto a voces. Sin ser fallida, tenía potencial para, en otras manos, haber sido un pequeño acontecimiento en el género de terror, y se queda en un film correcto, bien facturado, con algunas interpretaciones remarcables (como la de su lacónica protagonista, Annes Elwy), pero es, si me lo permiten, un entrante poco nutritivo, y que ni siquiera prepara para ningún plato fuerte. El hecho de estar rodada en Gales (y en galés), curiosamente tampoco termina de contextualizar la explicación final, y debería haber sido determinante.
Para amantes del terror rechinante.
Saludos.
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