Hablemos de VENOM: LET THERE BE CARNAGE, esa oda al horror vacui, al gamberrismo de reojo, al chiste medido, a la flojera del garabato caprichoso. Podría ser todo eso, y ni siquiera llega; es una película de risa, pero muy tonta, muy desmañada, como hecha sin ganas. Y aun así, me ha dado para tener una idea: he sentido pavor al intentar imaginar el posible perfil de algún espectador que haya salido entusiasmado de ver "esto". Ahí uno echa mano de manuales psiquiátricos. Y tiembla...
He tenido hasta que tirar de ingenio ajeno para el título, que al menos tiene su gracia. Guiño a Isaac.
No la vean por nada del mundo.
Saludos.
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