Y este año ha llegado TERRIFIER 2, tardía secuela de aquella sublimación del slasher, que sigue pretendiendo saltarse la mayoría de los tópicos y seguir un sendero más audaz, nihilista y salvaje, entroncando con, por ejemplo, la falta de autocensura del terror japonés. Es lo que es, un festín de sangre y vísceras a todo trapo, que se va hasta casi las dos horas y media, y que tiene un comienzo prometedor con algunos toques de humor surrealista, pero que no es más que un espejismo que dará paso al gore cazallero, que es de lo que se trata sin ninguna duda. Al señor payaso le dan cartas de sobrenatural, de tipo que no muere, y que se diferencia de otros asesinos en que no le van los preámbulos, y usa cualquier cosa a mano para infligir el mayor daño posible. No sé, me hizo gracia lo de la comunidad creada para ver si la metían en la carrera por los oscar, que ya es un troleo magnífico, pero poco más puedo añadir sobre esto, porque sé que está dirigido a un público muy concreto y que demanda lo que demanda. Tiene sus cosas para ser tan baratucha, y cuando se le va la pinza se le va de verdad, así que ustedes mismos con su propio baile si se animan...
Saludos.
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