martes, 22 de noviembre de 2022

Mirando la obra


 

El paso de Dario Argento por Sitges atestigua que el cine del maestro del giallo pertenece a un tiempo y una forma de entender el audiovisual muy pretéritos. OCCHIALI NERI parece un refrito desganado de tantas otras películas suyas; menos contundente, más funcionarial, como dirigida desde un asiento confortable pero desvencijado. Es una más que típica historia sobre un asesino misterioso, aunque Argento ni siquiera se molesta en plantear dudas sobre su identidad, desvelada muy pronto. Y más allá de su previsible argumento, si tuviera que quedarme con algo, debería plantear un juego perverso, que comprende la visión destartalada de un anciano, cuya heroína es una prostituta de lujo de modos agrios, y que queda ciega en un accidente de tráfico. El trasiego de clientes trasnochados, secundarios intrascendentes, labios recauchutados, y un niño chino que no sé qué pinta, acaba por "redondear" esta pequeñísima farsa, ejemplo de por qué, si no se tiene ya nada que decir, es mejor, como dijo el filósofo, guardar silencio...
Saludos. 

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!