miércoles, 31 de enero de 2024

Raoul Walsh. Escribir la Historia #68


 

Vista en perspectiva, parece cobrar fuerza el carácter anticipativo de THE NAKED AND THE DEAD, sobrepasando con creces su rabioso estudio de las contradicciones en los códigos militares a su lujosa producción. Aun sin llegar al magisterio de la novela de Norman Mailer, Raoul Walsh dirige un film complicado de sostener aparentemente sin esfuerzo. Es aquí donde se impone su titánica figura, alternando el paisaje proporcionado por la arriesgada misión de una patrulla en el Pacífico con los recuerdos, anhelos, miedos y deseos de sus componentes, expuestos en encadenados de extrema sutileza. Paradójicamente, ni la coherencia ni el ritmo se resienten, derivando en un retablo de personalidades que la deja a un paso de LA DELGADA LÍNEA ROJA, que me parece perfecta deudora de este descomunal film, a un par de pasos de la obra maestra en su conjunto, pero con algunas escenas absolutamente memorables. A destacar, la solidez del trío interpretativo compuesto por Raymond Massey, Cliff Robertson y Aldo Ray, y la imponente banda sonora a cargo nada menos que de Bernard Herrmann, cuyos matices tonales casan a la perfección con este complejo alegato/manifiesto, más que antibélico, poniendo el dedo en la llaga del causante de todas las guerras: la estupidez humana.
Imprescindible ver con suma atención. La escena clave: la del supuesto prisionero japonés en la selva.
Saludos.

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