lunes, 29 de enero de 2024

El villano en el último minuto


 

DREAM SCENARIO clausuró Sitges este año, dejando cierto aroma a film genuinamente de culto, al tiempo que traslucía el interesante viraje que está experimentando la ya inabarcable carrera de Nicolas Cage, en uno de sus papeles más inclasificables, pero también más contenidos. La historia nos introduce en la anodina vida de Paul Matthews, profesor de universidad y devoto marido y padre, que se ve inmerso en una extrañísima situación: una ingente (y creciente) cantidad de personas sueña cada día con él. En realidad es como si este señor con aspecto de un Rajoy aburrido se "colara" en dichos sueños, como un invitado inesperado, pero creando una sensación extraña cuando se lo cruzan en persona. A partir de ahí, lo que el director noruego Kristoffer Borgli propone es la caída en desgracia de alguien que de la noche a la mañana se hace inmensamente popular, haciendo desfilar el motivo onírico, rayando la comedia surreal, pero desembocando en una triste realidad muy reconocible hoy día: la venta literal de las identidades por una parcela de fama. Y Cage lo domina todo desde su abanico de registros, a veces tierno y a veces patético, conformando un personaje "estándar" y limítrofe, una especie de motivo de repercusiones de una era dominada por apariencias cada vez más deshumanizadas.
No es ninguna maravilla en el primer visionado, pero contiene multitud de tesoros ocultos, y lo mejor de todo, sin ser estridente ni evidente.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!