La segunda colaboración entre Raoul Walsh y Clark Gable dio como resultado un atípico western, con más de comedia romántica que ayude a entender un reparto eminentemente femenino. THE KING AND FOUR QUEENS presenta a Dan Kehoe, de dudosa honorabilidad, huyendo de sus perseguidores y encontrando por casualidad una atípica hacienda comandada por una aguerrida viuda y cuatro mujeres, que resultan ser sus nueras. Todas esperan el regreso del único marido que les ha quedado vivo, sin saber quién es. Pero no es todo, porque en algún lugar secreto hay enterrada una importante suma en oro, que es el verdadero motivo de esta inesperada visita, indeseada para la dueña, pero estimulante para cuatro mujeres que llevan demasiado tiempo solas. Junto a Gable, brilla Eleanor Parker como la más indescifrable de las esposas; Jean Willes, típica devoradora de hombres; Sara Shane, de carácter retraído y un poco beata; y la explosiva Barbara Nichols, que parece vivir en un escenario de cabaret. Jo van Fleet da vida a dueña, que recela de Kehoe tanto por su fortuna como por el flirteo al que somete a todas las mujeres, cada una a su manera. Bastante mejor resuelta de lo que su ligera premisa hace esperar, es una película dirigida con mano firme, y que aprovecha hasta las últimas consecuencias el mordaz guion escrito a cuatro manos por Richard Alan Simmons y Margaret Fitts.
Saludos.
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