Me ha parecido perentorio establecer una "disonancia paralela" entre dos directores que prácticamente comenzaron su andadura al mismo tiempo, tan sólo para comprobar lo bien que suele sentar la frase "zapatero a tus zapatos". Y es que David Slade sí se ha mantenido fiel a sus dotes de "artesano con talento", que no se cree mejor de lo que puede ser, pero siempre deja perlas de su inventiva visual. En DARK HARVEST, Slade vuelve al espacio único de 30 DÍAS DE OSCURIDAD o HARD CANDY, para introducirnos en uno de esos mundos finitos que tanto juego dan a un relato de terror. Aunque yo no iría tan lejos, porque más que terrorífico este film es juguetón, incluso exhibiendo una sorna que no le sienta mal, por muy inverosímil que se empeñe en transcurrir. En una oscura tradición (que nunca nos es explicada del todo), los jóvenes del pueblo son conminados la noche de Halloween a recorrer las calles de su pueblo, con la única misión de acabar con Jack Dientes de Sierra, un misterioso monstruo que también tiene un objetivo: llegar antes de la medianoche a la iglesia. Es cierto que el guion (basado en la novela de Norman Partridge) divaga bastante, en meandros narrativos que se hacen repetitivos, sin aportar agilidad a una trama que curiosamente parece detenerse cuando aún queda la mitad del metraje, que es otra pirueta, al menos, arriesgada. Es entretenida, es un poco tontuela, sus personajes nos importan más bien poco y lo único que la sostiene es saber qué diantres ocurre con esta bizarra leyenda urbana, que mezcla a partes iguales LOS CHICOS DEL MAÍZ (otra vez King), LA PURGA y una migajita del Shyamalan menos trascendente.
Se puede ver, y no es poco.
Saludos.
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