El Castigador es, contra todo pronóstico, el personaje más difícil de adaptar del universo Marvel. Será por su carácter entre anárquico y nihilista, que le convierte en una máquina de matar sin sentimientos aparentes, y que además está movido por una desgracia personal que lo ha dejado tocado del ala. Es curioso, pero ahí están Stallone, Bronson, Chuck Norris y otros ejemplos del psicópata elevado a la categoría de héroe, tomándose la justicia por su mano y con una visión del mundo con un fascismo que está incluso por encima del fascismo. En mi recuerdo adolescente se mezclaba, en aquel 1989, el "hyperhype" del BATMAN de Burton, que por breves instantes nos devolvió la ilusión de que el cine de superhéroes se activase dignamente, con la sorpresa del anuncio de una adaptación que yo al menos no esperaba. THE PUNISHER olía a fiasco desde el principio. Con un improbable Dolph Lundgren teñido de moreno, un guion tan tópico como perezoso y una producción barateja, que por no incluir no incluía ni la famosa calavera, aquí se estrenó con un título incomprensible (VENGADOR), que ya anticipaba que se habían pagado los derechos imprescindibles. La película es una serie B muy del montón, con miles de balas por fotograma, personajes insustanciales y una trama que parece de broma. Se salva algún plano molón del protagonista, pero sólo cuando no le enfocan esa cara de mastuerzo, que elevaba a la categoría de Adonis al mismísimo Schwarzenegger.
La recordaba mala desde la vi en el cine, pero creo que es aún peor...
Saludos.
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