jueves, 1 de febrero de 2024

El sitio de mi recreo


 

Tras la gratísima sorpresa que supusieron las adaptaciones de Roald Dahl, en forma de miniaturas, ASTEROID CITY confirma lo farragosa que se vuelve la narrativa de Wes Anderson en el momento que ha de abrir el abanico de oportunidades. Su película más ambiciosa es, por tanto, fallida; en absoluto un desastre, pero sí un relato que suena a ya visto, o mejor dicho, a compendio de otros tantos títulos anteriores. En su empeño por "teatralizar" cada átomo de su puesta en escena, Anderson vuelve a optar por un escenario único, una especie de ciudad desértica con dos atractivos: el haber sido campo de pruebas nucleares y de avistamientos extraterrestres. Allí se dan cita, voluntaria o accidentalmente, un extenso grupo de personas de lo más pintoresco, desde un fotógrafo de guerra o una excursión escolar, hasta el equipo de producción de una película, con lo que vuelve a colmarse asimismo la constante búsqueda del "cine dentro del cine". Demasiados personajes, demasiados protagonistas, demasiadas estrellas y demasiadas cajas rusas, teniendo en cuenta que el tono ligero se impone a los escasos fogonazos de oscura brillantez, la mayoría en el fascinante vínculo creado entre Jason Schwartzman y Scarlett Johansson, que en mi opinión podría (y debería) haber dado para un largo por sí solo. De ahí habría salido una película mejor, pero seguro que Anderson se hubiese divertido menos ¿Y quienes somos nosotros para hacer sufrir a nadie?...
No es mala, pero sí aburridilla.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!