sábado, 24 de diciembre de 2022

Todo lo que quiero para Navidad


 

Me la suda la Navidad, su hipocresía y sus lucecitas, sus mentiras y borracheras de temporada. No aguanto la manta de buenos sentimientos plastificados, ni echo de menos a nadie porque sea 25 de Diciembre. No sé por qué se hacen especiales navideños... Bueno, sé que es por la pasta, como todo, pero ya debería ser algo que tuviésemos superado, para no vernos como bobos disfrutando una tontería tan adorable como THE GUARDIANS OF THE GALAXY: HOLIDAY SPECIAL. Un caramelito de apenas 40 minutos, tan ñoño, tan previsible y acomodaticio, que gusta. Gusta por el mismo motivo que te ves admirando un árbol adornado o un trineo, o a un señor borracho vestido de rojo. Gusta porque es Hanna-Barbera, porque adopta la forma de píldora con naturalidad, sin pretender ser nada más grande. Lo cierto es que Los Guardianes de la Galaxia siempre han sido eso, unos adorables gamberros, que tiran por tierra cualquier expectativa falsamente solemne, para seguidamente salvar el universo y tomarse ua copa en una taberna galáctica. En esta ocasión hay una misión descabellada, que sólo Drax y Mantis podrían realizar con éxito "y sin bajas": viajar a la Tierra y "regalar" a Quill lo que más desea... ¡¿a Kevin Bacon!?... Vale, esto es un juguete, un mecanismo diseñado para colocar sonrisas durante un rato y poco más, pero también es verdad que casi nos habíamos olvidado de los "especiales", porque tampoco es fácil saltarse la lágrima fácil y hacer un sketch alargado y cómico. Coño, que hasta Yondu tiene su regalito...
Recomiendo fervientemente verla con un chaval al lado.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!