sábado, 17 de diciembre de 2022

Con otros ojos


 

Sorpresivamente, sin previo aviso ni un porqué determinado, me veo ante RAY, aquella desmesurada historia diseñada para ganar oscars y que devolvió a la actualidad (si es que alguna vez estuvo fuera) a Ray Charles. RAY es lo que es, una interpretación mimética, de las que tanto gustan en la Academia, a cargo de Jamie Foxx, que a partir de entonces adquirió el estatus de gran estrella. Un paseo por la difícil vida de un tipo francamente complicado; vapuleado desde todos los frentes en un Sur abiertamente racista, con una fuerte adicción a la heroína y el fantasma de un hermano pequeño de cuya muerte siempre se sintió culpable. Taylor Hackford, un director al que siempre la ha costado mostrar una visión mínimamente autoral, logra aquí su mejor trabajo, y es capaz de conciliar el espectáculo musical con las miserias íntimas de un genio único, uno de esos visionarios destinados a cambiar el curso de la música paa siempre. Es mucho más entretenida ahora que he vuelto a verla (en el cine dí un par de cabezadas), y más dinámica que la mayoría de films musicales que se hacen ahora. No es poco para la poca fe que le tenía.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!