martes, 6 de diciembre de 2022

El infierno son los otros


 

Sea por la falta de costumbre de asistir, en nuestro país, a una integración del género a lo que la "normatividad" del mismo habría de exigir; o quizá por la tendencia a compararlo todo con lo que de fuera viene. El caso es que CERDITA supone un interesante punto de fuga en la cinematografía española más reciente, y no tanto por su discutible calidad intrínseca, lastrada siempre por la ineludible sensación del cineasta primerizo, suspirando por el apoyo de las referencias, que aquí son muchas. Lo estimable en el primer largo de Carlota Pereda (que ahonda en el corto homónimo) lo encontramos en su magnífico primer tramo, cuando el horror no proviene de los típicos tropos del slasher (que ocupará su segundo y más previsible segmento), sino de la sucesión de tópicos costumbristas, que la alinean con joyas como EL EXTRAÑO VIAJE, y que nos sitúa ante el día a día de los pueblos ibéricos, donde se chismorrea mucho, pero se calla mucho más. CERDITA es, más que la historia de su protagonista, del acoso al que se ve sometida por su físico, un paseo por ese retablo de miserias aceptadas, que los miserables se empeñan en llamar "normalidad". Ahí, Pereda construye un microcosmos irresistible, de madres alpargateras y psicopáticas, padres apachangados frente "al tele", veraneantes de la falsa clase media española o macarrillas que nunca saldrán del confort de la pringá diaria. Hubiese faltado algo más de valentía para haber ido por ahí, porque lo otro, el género puro y duro, ya nos lo conocemos, porque otros nos lo han contado...
Muy interesante punto de partida, aunque su protagonista tenga verdaderos problemas para convencernos de que interpreta a una chica con la mitad de su edad.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!