Merece la pena detenerse en HELLRAISER: INFERNO, dirigida en el año 2000 por un entonces completamente desconocido Scott Derrickson, hoy uno de los nombres más importantes del cine norteamericano. Desconozco qué se le pasó por la cabeza a Clive Barker al involucrarse en este proyecto, pero los parecidos con el espíritu de la saga son prácticamente circunstanciales, y el tufo a "oportunidad de mercado" es poco menos que vergonzante. Baste señalar que Doug Bradley (el Pinhead de siempre) aparece exactamente 1 minuto y 58 segundos, de un total de 100 que dura el film. Si obviamos que esto poco o nada tiene que ver con el universo de los cenobitas, yendo más por los derroteros, por entonces tan en boga, del "thriller policíaco de tintes sobrenaturales", vista hoy día parece una especie de boceto, en el que se pueden rastrear futuras obsesiones del responsable de SINISTER o DOCTOR EXTRAÑO. Por momentos parece una hermana muy menor de SEVEN, lo cual es mucho afirmar; a mí me parece una película bienintencionada pero torpecilla, porque no puedes tomarte en serio si incluyes a dos cowboys karatecas con melena...
Me esperaba otra cosa, sinceramente.
Saludos.
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