No se puede filmar una película como TITICUT FOLLIES normalmente, ni siquiera con los condicionantes del documental. De hecho, ni siquiera estoy seguro de que a día de hoy se pudiera hacer algo similar, e intentaré explicar por qué. Frederick Wiseman, hoy probablemente el documentalista vivo más importante del mundo, era un desconocido estudiante en la Universidad de Boston, pero su verdadera pasión era coger una cámara y filmar ¿Qué? La vida, ni más ni menos. Pero eso es fácil, e ingrato. Lo que Wiseman se propuso en 1966 era mostrar lo que ocurría en los sitios donde nunca mira nadie, esos "centros de reclusión" creados ex profeso para mantener "dentro" lo que la sociedad no quiere "fuera". Wiseman dio un paso más allá y diariamente rodaba varios minutos en la institución psiquiátrica de Bridgewater para criminales dementes. Su estrategia fue increíble, ganándose la confianza de los trabajadores para acceder a los internos, sin grabar nada durante días, y convirtiendo lo esperado (una alabanza a los funcionarios de prisiones) en lo insólito, registrando con toda crudeza las condiciones sobrehumanas de la institución, el trato vejatorio a los reclusos, y la incapacidad de los "expertos" para llegar a diagnósticos mínimamente coherentes. Él era esa "mosca en la pared", el testigo mudo en quien nadie repara, y dejó para la historia este estremecedor documento, en mi opinión no superado en su naturaleza de interpelador, sagaz y crudo, al espectador, que se ve zarandeado y sin saber muy bien qué opinar en base a sus preceptos morales. Wiseman, en algunas de sus entrevistas, concedía tanta importancia a la edición como al rodaje en sí, y sentenciaba que su cine se confundía con el documental, pero que su intención era genuinamente narrativa; emanado de la experiencia directa, sí, pero sólo posible mediante la reflexión que guiaba, en último término, su mano a la hora de montar.
Más de medio siglo después, sigue siendo una una cumbre, y también un faro para cineastas de raigambre.
Magistral e insoportable a partes iguales.
Saludos.
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