No sé si pasó desapercibida la noticia, pero a principios de esta pandemia, ésta se llevó al escritor chileno Luis Sepúlveda, que desde hacía algunos años residía en España. Sepúlveda poseía un sentido de la fábula, siempre con los pies en el suelo, mirando cada disposición humana desde una perspectiva de extrema sensibilidad poética. Su obra más representativa es "Historia de una gaviota y del gato que la enseñó a volar", una preciosa historia de amistad, de compromiso, cuyo título no dejaba lugar a la duda. Recuerdo leer este libro hace muchos años, pero desconocía que existiese una versión animada, que he descubierto tras volver a indagar en la obra de su autor. LA GABBIANELLA E IL GATTO fue una modesta producción italiana, dirigida por Enzo D'Alò, que conseguía poner en imágenes la emocionante odisea de una gaviota que, empapada en petróleo, se ve obligada a separarse de su bandada, y que a duras penas logra llegar hasta la costa, tan sólo para poner su preciado huevo y dejarlo al cuidado de Zorba, un gato que se apiada de ella y le promete tres cosas: que no se comerá el huevo, que lo cuidará hasta que se rompa, y que enseñará a volar a la pequeña gaviota.
Se preguntarán qué diablos puedo hacer yo viendo esta semidesconocida miniatura de 1998, nada que ver con las filigranas digitales de hoy día. Este verano, esta pandemia, han terminado con muchas cosas, a lo mejor para que nazcan otras muy diferentes...
Saludos.
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