WEST OF ZANZIBAR es eso, una película que intenta reflejar un odio tan intenso que sólo pueda ser sofocado mediante una prolongada y retorcida venganza. Tod Browning filmó esta malsana historia en 1928, contando con Lon Chaney en el papel principal, un anti-protagonista tremendamente complejo, y que pasa, en poco más de una hora, por todos los estados vitales posibles. Todo comienza en el espectáculo del mago Phroso, que en un día fatídico pierde a su esposa, engañada por un supuesto amante, que además, en un forcejeo con éste, caerá por las escaleras, quedando parapléjico. Después de un tiempo, la mujer regresa gravemente enferma, y con una niña que Phroso repudia de inmediato, aunque le permite encontrar la pista del hombre que se llevó a su mujer, convertido en traficante de marfil en Zanzíbar. El film da un giro tan impactante como la transformación de Chaney, a partir de entonces "Piernas Muertas", que obtiene la ayuda de una tribu gracias a sus trucos de magia.
Película sin muchas florituras, recrea ese odio visceral a través de la flamígera mirada de su protagonista, cegado por la venganza, e incapaz de ver la verdad hasta que es demasiado tarde, y la última revelación le golpea aún más fuerte.
Completaban el reparto Lionel Barrymore, Warner Baxter y la malograda Mary Nolan, una actriz de vida tan tortuosa como su propio personaje. Aventuras, caníbales, máscaras tribales y todos los ingredientes para un film tan exótico como reivindicable.
Saludos.
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