Hoy voy a ser breve, porque hablaré de una película muy mala. Tan mala, que sólo se entiende como "fondo de catálogo", aunque el problema es otro, y no tiene que ver con la película en sí, y sí con el dichoso catálogo. THE LAST DAYS OF AMERICAN CRIME iba a ser, dentro de la mente calenturienta de algún ejecutivo de Netflix, su propia SIN CITY; nada más lejos, porque las coincidencias empiezan y terminan en que son una adaptación de novela gráfica, punto. No he podido leer ésta, pero he visto que tiene magníficas reseñas; así las cosas ¿cómo se puede hacer un esperpento tan grande? Grande por lo que dura (¡dos horas y media!), en los que no te enteras de nada, y sólo ves a unos perdidos Edgar Ramírez y Michael Pitt con la mirada igualmente perdida, como si improvisaran. Y luego hay explosiones y disparos, puñetazos y patadas, pero si paras un segundo a reflexionar de qué va todo no hay respuesta. En serio, hacía mucho tiempo que no veía un despropósito tan flagrante, pero insisto, la peli puede ser mala y ya está, pero la reflexión cobra nueva vigencia, ya que esta "nueva" manera de consumir audiovisual (llamarlo cine roza el exabrupto) se asemeja a una papilla, sosa y refinada, satinada en su propia imbecilidad intrínseca. Y me pregunto qué fue antes ¿el catálogo o el encargo?...
Saludos.
2 comentarios:
No se puede confiar mucho en un director con apellido de bomba atómica. El cómic sí me gustó y de hecho, como tenía planeado ver esta peli (y hacerme un programa doble con pelis malas basadas en cómics, la otra siendo "The Old Guard", cuyo cómic sí que me parece malo), lo releí otra vez. Esta adaptación debió haberla dirigido el Neil Jordan de "The Good Thief".
Saludos.
Joer, es que es muy mala...
Un saludo.
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