jueves, 13 de agosto de 2020

El barco que siempre zarpa



THE LONG VOYAGE HOME es una película que urge reivindicar por varios motivos. Primero, porque suele ser uno de esos títulos "fordianos" que pasan desapercibidos, sin que se sepa por qué, puesto que su lectura se reinventa, vigente, a cada visionado, conformando un retrato impresionista sobre muchas más cosas de las que un siempre incompleto vistazo podría resultar. A grandes rasgos, su argumento gira en torno las vicisitudes de la tripulación de un barco, un carguero que tiene la difícil misión de transportar un cargameno de dinamita desde las Antillas hasta Europa, en plena WWII. Quedarse en eso es quedarse en nada. El portentoso guion de Dudley Nichols adaptaba cuatro obras de Eugene O'Neill, con la habilidad suficiente para trazar un rico corolario de personalidades, que asimismo son la patente de ilusiones y desencantos de un grupo de hombres unidos por una inquebrantable camaradería. El film se abre con algunas de las imágenes más sensuales filmadas por Ford, en la jornada de descanso de los marineros en las Antillas, y la llegada de un grupo de exóticas meretrices que revolucionan a la tripulación. Después, el barco zarpa, y es cuando vamos conociendo más a fondo a cada tripulante, desde el veterano Driscoll (Thomas Mitchell) al enigmático Smitty (Ian Hunter), cuyo secreto es revelado en una emotiva escena; aunque es reseñable el papel de John Wayne como un fornido sueco, de nombre Ole, que encarna a ese marinero que anhela volver a su casa, pero siempre pierde el barco. El ataque sufrido a cargo de unos cazas alemanes da paso a una parte final, en mi opinión la mejor, cuando el Glencairn llega a puerto y los marineros juran solemnemente no probar una gota de alcohol hasta que Ole, al fin, embarque hacia Suecia... Pueden imaginarse el resto.
Tengamos en cuenta que Ford rodó ese mismo año (1940) LAS UVAS DE LA IRA, por lo que es lógico que HOMBRES INTRÉPIDOS, como se la conoció aquí, no haya gozado de un alto predicamento, pero insisto, es una película mucho mejor de lo que parece.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

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