A la expectativa de lo que nos pueda ofrecer Robert Eggers en próximas fechas, no está de más un paseíto por el mito vampírico con una curiosa propuesta, la del actor y director Adrien Beau, que en LE VOURDALAK adapta el texto del novelista ruso Aleksei Tolstoy. De máxima sencillez, el relato nos traslada hasta un apartado paraje a principios del siglo XIX, adonde llega un desorientado mensajero del rey de Francia, que, buscando desesperadamente un alojamiento, llega hasta un destartalado caserón, donde es recibido por una extraña familia, formada por dos hermanos y la esposa del primogénito, que se encuentra luchando contra los turcos. Sin embargo, lo que todos esperan es la vuelta del patriarca, que oculta la maldición que asola todo lo que les rodea. Película curiosa, pequeña, prácticamente de cámara, combina lo grotesco con un sentido del humor siniestro, que cristaliza en la construcción del "monstruo", rozando lo guiñolesco y propiciando su apariencia de pesadilla.
No tiene grandes aspiraciones, se le nota, y no deja de ser un film medianamente entretenido.
Saludos.
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