jueves, 25 de julio de 2024

El último baile de los condenados


 

No seme ocurre mucho original para decir sobre THE DIRTY DOZEN, título mítico, reverenciado y referenciado, ejemplo de construcción de guion en torno a la mixtura desaforada de géneros y, finalmente, lujo cinéfilo para quienes aún dudan de que dos horas y media se pueden pasar volando. Apenas reseñar que ya me sorprendía que no hubiese aparecido antes por aquí, aunque tengo en mente haberla visto un buen puñado de veces, tan sólo para corroborar que su vibrante historia se mantiene fresca y bien engrasada. La correspondencia o el rechazo con los personajes, no todos igual de bien dibujados, pero los que lo están pertenecen al imaginario del cine de todos los tiempos. Viajando entre la sorna y la sátira de su primera parte, nos es introducido el grupo de condenados, unos a muerte, otros a trabajos forzados, que son reclutados a regañadientes para una misión suicida, tutelados por un comandante igual de indisciplinado, que se identifica rápidamente con unos hombres que realmente no tienen nada que perder. Es uno de los títulos dorados de Hollywood y de su director, el gran Robert Aldrich, que mantiene el pulso sobre una historia siempre al borde del desastre, pero que se beneficia asimismo del ágil guion de Nunnally Johnson y Lukas Heller. Mención aparte su desbordante elenco, que sigue impresionando tantos años después; con unos inmensos Lee Marvin, Charles Bronson, John Cassavetes, Telly Savalas, Ernest Borgnine, Robert Ryan, George Kennedy, o un Donald Sutherland aún abriéndose hueco en la industria, y que en mi opinión compone un personaje absolutamente inolvidable.
Mítica, infaltable, obra mayor del bélico expresivo.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

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