En 1981 se estrenó EYE OF THE NEEDLE, intensísimo thriller de espionaje situado en los comienzos de la WWII, que por una parte es la mejor novela de Ken Follett, y por otra una de las mejores interpretaciones de Donald Sutherland, que literalmente se adueña de la pantalla metiéndose en la piel de un turbio e indescifrable espía nazi. La complejidad de este personaje es la de un ser en principio despreciable, que mata a sangre fría para no ser descubierto, y que luego nos descubre una inusitada humanidad, justo cuando llega a una remota isla, donde vive un antiguo piloto de aviones británico, paralítico por un absurdo accidente de tráfico, su mujer y su hijo pequeño. A partir de ahí se construye un extraño juego de sospechas y correspondencias, donde la mujer cree haber encontrado una relación plena, hasta un desenlace que se desmarca del cine de espías, para ingresar en un suspense que le debe mucho al Hitchcock británico, con personajes poliédricos y motivaciones ocultas. Junto a Sutherland, es destacable la interpretación de la también canadiense Kate Nelligan; y juntos sostienen maravillosamente un film que se debería reivindicar más, y que es otro de los múltiples ejemplos de versatilidad de este irrepetible actor.
Saludos.
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