¿Cómo trasladar un cuento corto a la pantalla? Wes Anderson lo describe maravillosamente bien en POISON, donde apenas un cuarto de hora le sirve para, al tiempo que vuelve tras los pasos de Roald Dahl, establecer un puente repleto de precisión entre el espíritu de un relato y su conversión a imagen en movimiento. Y captura su esencia, que no es otra que (de nuevo, pero esta vez no sólo visual) el trampantojo; tan intrincado, que nada nos hace sospechar de su amargo y muy jodido desenlace, que se enrosca en forma de hipálage diabólica. Así por encima, un inglés yace inmóvil en su cama, en un recinto vedado en la India; a su casa llega su amigo, que se queda de una pieza cuando éste le relata que tiene una serpiente venenosa en su interior, y que teme ser picado si se mueve. El amigo, desesperado, llama a un prestigioso doctor bengalí, que acude raudo a socorrer al infortunado, aunque el resultado va a ser más extraño de lo que podría parecer...
De nuevo Benedict Cumberbatch, Dev Patel, Ben Kingsley y Ralph Fiennes, dando vida al propio autor, clavan sus interpretaciones, en un jocoso "estatismo dinámico", y proveyendo a esta auténtica delicia de un aroma especial, como de otra época.
No sé si se nota que me ha encantado.
Saludos.
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