martes, 26 de diciembre de 2023

Jugando a los detectives


 

Puede llegar a existir un cine inclusivo que, a fuerza de no demostrarlo groseramente, termine siendo menos relevante que el que usa dichos elementos sin camuflarlos. BARBER parece una muy típica historia detectivesca, con todos sus tics y lugares comunes perfectamente expuestos, pero que, al igual que su protagonista, parece más preocupado por líneas argumentales que no deberían mezclarse con su eje central, pero todos terminan por entrecruzarse por culpa de un guion que parece escrito por un principiante que ha visto todos los clásicos del género. Y menos mal que tiene la suerte de contar con Aidan Gillen como protagonista, un actor tocado por una especial ambigüedad, que aquí le viene perfecto. Tanto es así, que importa menos el caso al que se dedica (la desaparición de una joven de clase alta) como su circunstancia personal. Val Barber fue expulsado de la Guardia irlandesa, y al poco su mujer se divorció de él, y ambas cosas por el mismo motivo, porque para un bisexual es incluso más difícil normalizar su naturaleza que para un homosexual. Sea como sea, esta hora y media se hace pequeña, insípida, con nudos argumentales que no van a ninguna parte, para terminar siendo desentrelazados a toda prisa y escasa verosimilitud. Es un minúsculo engranaje de plataformas, pero almenos tiene a un actor soberbio que reclama papeles de mayor importancia.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!