viernes, 27 de mayo de 2022

El cinéfilo ilustrado #19


 

Considerada como un leve repunte, o al menos digno regreso de Peter Bogdanovich al cine, tras sus aventuras televisivas, THE CAT'S MEOW es, sin embargo, una película que nunca es capaz de explotar sus grandes posibilidades, y se queda en un ambicioso pero fallido intento de recrear uno de los sucesos más escandalosos de los años 20. Nunca llegaría a saberse con exactitud qué pasó a bordo del Oneida, el ostentoso yate del magnate William Randolph Hearst, que dio una interminable fiesta junto a Marion Davies (su joven amante y protegida), Charles Chaplin (que bebía los vientos por ella), la columnista Louella Parsons, y el productor Thomas Ince, que estaba en una situación financiera desesperada, y había urdido un maquiavélico plan para chantajear a Hearst, aprovechando el constante flirteo de Chaplin con Davies. Se dice, se cuenta, se rumorea, que Hearst, en un ataque incontrolable de celos, confundió al propio Ince con Chaplin, y le descerrajó un tiro en la cabeza con una pistolita de calibre bajo; y que Ince n murió en el instante, y que Hearst llegó a comprar el silencio de todos los testigos del terrible suceso. Eso es lo que se cuenta, al menos aquí, pero como tampoco se supo nunca la verdad, podríamos hablar de una "realidad ficcionada", o algo así. El caso es que THE CAT'S MEOW (en argot, "lo pasaremos bien") es un film discreto, hoy muy olvidado, y que apenas sirvió para que disfrutáramos con una joven Kirsten Dunst, aunque hay pocas cosas que conmuevan como se pretende.
Y sí, Woody Allen lo habría hecho mejor.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!