Y, bueno, tenía que pasar, o no, no sé. El caso es que a Peter Bogdanovich se le fue la cabeza, o a lo mejor la cuenta corriente, y en 1999 hizo una telecomedia para el canal Disney que paso a describir. Un matrimonio con dos hijos, de los que sólo existen en el imaginario Disney, con sus problemas tontuelos y sus soluciones tontuelas. Él no atiende las necesidades de su mujer, porque es jugador de fútbol y esto le absorbe el tiempo; ella sufre en el silencio de su casa, mientras asiste a reuniones femeninas. Entonces se van a Nueva Orleans, porque al marido lo han fichado allí, y el único sitio habitable es una mansión que, claro, guarda un secreto en el sótano. Puede ser una maldición o algo así, el caso es que ambos dos intercambian sus cuerpos... o sus mentes, no sé. Supongo que les suena, que ya han visto decenas de películas como ésta, todas malas, todas rutinarias, desvaídas, olvidadas en rincón más apartado de nuestra memoria. Bogdanovich lo hizo. Se titulaba A SAINTLY SWITCH, y a lo mejor le dio para pagar un par de cuentas...
Saludos.
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