Los oscar ya tienen incluida la película inclusiva de este año, por mucho que ésta se imbuya de un falso rupturismo ideológico, atribuyendo a sus personajes el mismo patrón normativo que "se supone" quiere evitar a toda costa. Al menos AMERICAN FICTION es lo suficientemente entretenida como para que sus dos horas pasen rápidamente, mientras ubicamos la magnífica interpretación de Jeffrey Wright (yo lo apuntaría como serio candidato al premio) por sobre una trama que pone en duda (objetivamente, claro) nuestra inteligencia, la de los espectadores, incapaces de atribuir la verdadera valía a una obra artística, toda vez estamos cegados por todos los condicionantes que, cada vez más, rodean su circunstancia. O aludiendo al argumento: es la historia de un escritor con muchísimo talento y una obra compleja y respetada, pero que no se come nada, mientras asiste atónito a la risible loor y ascensión de una cohorte de "nuevos autores", simples remedadores con un catálogo de bunas costumbres a la hora de eso tan incorrecto de la corrección política. Mejor aún: Thelonious Ellison (Monk, para los amigos) es negro, pero eso le importa una mierda como concepto creativo. Harto de su ostracismo, idea un juego diabólico, en el que envía un manuscrito a su editor con seudónimo, aclarándole que su "novela a pie de calle" la ha escrito un exconvicto y fugado de la policía, lo que la debería hacer irresistible a ojos de este nuevo mercado de miopes, incapaz de detectar a un farsante de un genio. El film, ya digo, es correcto en su falta de pretensiones, aunque el tono general se queda a años luz de su supuesto manifiesto, que no es tan rompedor como cabría esperar.
Tampoco ganará, pero puede que rasque algo.
Saludos.
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