Un monográfico de un año y medio. Recuerdo comentarle a mi amigo Charly, verdadero confesor de estas apócrifas páginas, el vértigo que me daba ponerme con la filmografía de Raoul Walsh, y cómo me sentía tirándome literalmente al vacío, sin la seguridad de poder o saber acabarlo. Un año y medio después, aquí estamos, con un total de 74 películas (incluyendo las tres que ya habían aparecido anteriormente) y la sensación de haber recorrido un trozo más que importante de la Historia del séptimo arte, de la mano de uno de sus pilares fundamentales para comprender el Hollywood clásico, y entroncarlo con un presente que anida sibilinamente en lugares tan confortables.
La última película estrictamente dirigida por Walsh fue A DISTANT TRUMPET, dignísimo western de épica apagada y que, al igual que hiciera John Ford, venía a cubrir el injusto trato que el género había dispensado hasta entonces a los indios. No podríamos hablar aquí de "crepuscular", y sí de un guion que se va expandiendo desde el fuerte en el desierto de Arizona, adonde llega el teniente Hazard, recién salido de West Point, hasta el idilio prohibido de éste con la mujer de su superior, o las dificultades para encauzar una tropa que basa su indisciplina en la imposibilidad de enfrentarse con garantías al jefe Chiricahua "Águila de Guerra". El gran hallazgo del film es la prevalencia del diálogo entre antagonistas, en lugar de un conflicto bélico en el que normalmente todos pierden, dando como resultado un film solemne, dirigido por un maestro que se despedía con 77 años y un catálogo inolvidable de películas que se quedarán para siempre con nosotros.
Sea.
Saludos.
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