Es un caso extraño el de THE SEEDING, un film menos redondo de lo que su premisa parece indicar, y que parece transcurrir entre la fascinación y el tedio, prefiriendo abandonarse en lo sensorial antes que en lo narrativo. No sé si por ese motivo, pero fue filmada nada menos que en 2021, sigue buscando distribución internacional a día de hoy, y sólo se pudo ver en el pasado Sitges, donde su actriz protagonista se alzó con un galardón como poco discutido. Aludiendo a motivos provenientes del folk-horror, salpicado de cierta querencia psicotrópica, pero sin que su hermético desarrollo interfiera con un núcleo argumental pelín burdillo. No sé si llegarán a verla, pero tampoco veo correcto desvelar su exigua trama, que sin embargo queda expuesta a los pocos minutos de comenzar. Scott Haze (actor infravalorado como pocos) interpreta a un fotógrafo que se adentra en un apartado desierto, perdiéndose tras seguir a un chico al que cree perdido, y terminando atrapado en una especie de cañón en miniatura, donde habita una solitaria mujer (Kate Lyn Sheil, más encantadora que inquietante) que lo cuida y alimenta, ante la imposibilidad de salir momentáneamente de allí por la presencia amenazadora de unos jóvenes que no le permiten marcharse. Tiene momentos bellamente filmados, un ritmo exasperante y un desenlace que provoca mal humor por anticlimático y poco imaginativo, pero es innegable que se trata de un debut muy meritorio y, en todo caso, nada convencional.
Saludos.
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