domingo, 11 de abril de 2021

Rincón del freak #451: Encerrada en una casa demasiado grande


 

Hay una frontera casi imperceptible entre mostrar y narrar. Lo hemos advertido tantas veces que ya empieza a suponer un argumento cansino en sí mismo. Si hay una historia potente, pocas cosas la van a estropear; si no hay nada que contar, hay que ser muy bueno haciendo lo que se hace, aunque no sea más que aplicar barniz a una superficie cuarteada. La película de hoy no va a pasar a la historia del cine, y me atrevo a decir que, seis años después de su estreno, no debe haber mucha gente que la recuerde. DARLING son menos de 80 minutos, pero que se eternizan en un inacabable lodazal sensorial, el que queda tras desperdiciar una magnífica fotografía en B&W a cargo de Mac Fisken. Es una historia de terror, sí, pero que tampoco nos deja muy claro si transcurre dentro o fuera de la cabeza de su protagonista, una Lauren Ashley Carter que pudimos ver en la tipia JUG FACE, y que parece encasillada como "actriz de rostro inquietante". Sin embargo, es fácil discernir la referencia principal: esta chica va cayendo en una especie de deterioro mental, aunque se incluya la posibilidad del elemento esotérico. Al contrario que en la reciente SAINT MAUDE, aquí es imposible acceder al origen de la afección, pero el glosario de caras desencajadas, ruidos chirriantes y latigazos estroboscópicos es notorio, a la par que desesperante. Conclusión: Polanski hizo sufrir más y mejor a Catherine Deneuve...
Saludos.

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!