Normalmente suelo abominar de todo lo que huela a "relato de superación", y cosas por el estilo. Tranquilos, SOUND OF METAL está en las antípodas de esta terrible denominación, y por ello, aunque no sólo por ello, es una maravillosa película, probablemente la más arriesgada de las nominadas al oscar de este año, y una de las que sabemos que no ganará, aunque nos gustaría. Es necesario no perderle ojo también a la increíble y emocionante interpretación de Riz Ahmed, para el que también pedimos indudablemente el galardón, aunque mucho nos tememos que habrá otra triquiñuela sentimentaloide. Justo lo contrario de lo que ofrece este film, siempre en un perfecto equilibrio entre lo verosímil y lo sensitivo, y optando por las mejores soluciones, casi siempre las más inesperadas. Como ese tortuoso, y a veces incomprensible, camino de aprendizaje, el de un baterista de música extrema que de repente se queda sordo, el film le pida al espectador que preste toda su atención. No sólo a la peripecia, ni a los elementos extraordinarios, sino a ese juego de sutilezas, en las miradas, las palabras bien elegidas, probablemente porque son palabras que sólo nosotros escuchamos. Y en esa complicada frontera, Darius Marder (menudo debut el de este señor) nos coloca en la posición más difícil, la de entender sin juzgar, acompañar a Ruben desde lo que parece el desmoronamiento de todo su mundo hasta lo que podría ser la entrada a otro muy diferente, aunque es exactamente el mismo. Y les advierto, tendrán que recorrer ese camino junto a él, y no será fácil...
Por cierto, busquen al dúo Jucifer, y entenderán mejor de qué habla esta película.
Extraordinaria.
Saludos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario