A los oscar de este año va a ir también, en categoría de animación, A SHAUN THE SHEEP MOVIE: FARMAGEDDON. De manera un poco extraña, porque la película data de 2019, pero diversos avatares (que ni siquiera voy a intentar desentrañar) la han incluido en la lista de este año. Sea como fuese, las nuevas aventuras de la oveja Shaun no defraudan, ni por su historia ni por su factura técnica. Erigida prácticamente como un sentido homenaje al E.T. de Spielberg, narra la peripecia de un pequeño extraterrestre que se ha perdido, y por casualidad ha aterrizado en Mossingham, donde Shaun, siempre dispuesta a correr aventuras con tal de huir de la rutina de la granja y la vigilancia de Bitzer, se marchará con el recién llegado, e intentará ayudarle a encontrar un camino de regreso. Es imposible no rendirse ante el stop motion de plastilina, aquí elevado a maravilloso homenaje a otra forma de entender la animación, imperfecta pero encantadora. En las antípodas del refinamiento formal de Disney o Pixar, de ésta recoge su gusto por la narración clásica y el homenaje implícito, rebosante a lo largo de una historia de esas que te dejan con una sonrisa durante un tiempo, que no es poco hoy día. Y todo sin decir una palabra...
No ganará, evidentemente, pero están tardando en verla si se la perdieron, y también en descubrir la estupenda serie televisiva.
Saludos.
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