De lo mejorcito que se vio en la última edición de Sitges, ACIDE es capaz de sobrecoger (infravalorado término), al mismo tiempo que deja en evidencia las muchas vergüenzas del cine catastrofista hollywoodense, más preocupado en magnificar los fuegos de artificio que de mostrar consecuencias reales y creíbles. Es curioso que este film provenga de un corto filmado por el propio Just Philippot (LA NUBE), porque a mí se me ha quedado corta, como comprimida, y su intensa mezcla de suspense apocalíptico hubiese dado para al menos una miniserie. Aun así, el film logra salir adelante sin hacer prisioneros, mostrándonos las monstruosas consecuencias de una lluvia ácida causada por una contaminación insostenible, y que simplemente lo corroe todo a su paso. Cierto es que tenemos un protagonista (un estupendo Guillaume Canet), pero nunca un previsible héroe, sino un hombre común que, llegado el momento, también se verá sobrepasado por una circunstancia inabarcable. Le seguiremos en la huida que emprende junto a su hija (atención a este personaje, porque en mi tierra sería catalogado como "jartible" u "hostiable") hacia Amberes, quedando bien dibujados en el guion todos los pormenores que les llevan a dicho periplo. Con muchos menos medios que algunas bazofias (con "Z", sí), el film logra mantenerte en tensión durante hora y media, y por el camino se permite alguna escena simplemente devastadora, y que me atrevo a decir que no tendrían cabida en un remake (que lo habrá) americano.
Más que grata sorpresa.
Saludos.
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