Lejos de ser oportunista, THE WRATH OF BECKY se sale de la tangente de las secuelas, para ofrecer casi un episodio de una serie inexistente, pero que supera claramente a aquella ida de olla que era BECKY. Lo mejor aquí es la inmediatez, despachando la historia en apenas 80 minutos, en los que de nuevo estamos ante una situación difícil de creer, pero que termina por ser verosímil. En sintonía con lo que propone, un suceso banal despierta a la bestia que lleva dentro Becky, que hasta entonces vivía en plácida acogida. Mejor así, sin grandes preguntas ni respuestas insatisfactorias. Esto es una chavala de 16 años cargándose a un grupo de machirulos nazis, lo cual ya merece la pena per se, pero además no se escatima en hemoglobina, desmembramientos y una ristra de muertes a cual más imaginativa. Y lo digo totalmente en serio, es buena porque es lo que es, y nunca pretende ofrecer nada más. El vistazo (necesario) que le he echado a la otra me ha confirmado que la tenía justamente olvidada.
No es especialmente divertida porque tiene escenas muy jodidas, pero sí es muy entretenida.
Saludos.
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