AMELIA'S CHILDREN es una película que pudo verse en Sitges y que parece más una decisión inoportuna de alguna productora que el film de autor por el que se quiere hacer pasar. Partiendo de una interesante premisa, su inconcebible desarrollo la va desinflando hasta llevar sus momentos más inquietantes hasta un terror chusco y previsible. Tras un preámbulo terrorífico pero que actúa como uno de esos trailers destripadores, nos vamos de Portugal hasta Estados Unidos, donde un joven que fue adoptado siendo un bebé descubre que sus raíces están en una apartada villa portuguesa. En un abrir y cerrar de ojos, viaja hacia allí junto a su pareja, descubriendo que en el lujoso caserón le espera un hermano gemelo y su decrépita madre, con un aspecto aún peor que su estado mental. Sin querer adelantar nada más, es llamativa la diferencia entre los momentos oníricos, de pura y bella fotografía, que parecen pertenecer a otra película, y no a este folletín sin pies ni cabeza, que llega a flirtear con la comedia involuntaria. O lo que es lo mismo, un film formalmente depurado pero cuyo argumento no es más que un refrito de tantos otros títulos, que van viniendo a la cabeza indefectiblemente.
Primer largo en solitario de un joven cineasta con una larga trayectoria como documentalista y director de cortometrajes. Habrá que esperar un salto de maduración.
Saludos.
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