Que algunas veces veo cosas que no logro explicarme es algo que he repetido miles de veces en los muchos años que lleva el blog en funcionamiento, y no sé por qué iba a cambiar ahora... IMPURATUS es una cosa que rezuma mala espina desde el vamos, con una pinta a serie K (algún día explicaré qué es la serie K) que tira de espaldas, diciéndote "no lo hagas, no lo hagas", para acabar frente a un ejercicio de aficionado que quiere ser director de cine, y que lo alarga hasta las dos horas y cuarto sin que se sepan bien los motivos. El argumento, así leído, no es tan terrible, y nos pone en situación más o menos en los años treinta (es difícil saberlo por lo random del vestuario), cuando un detective es requerido en un sanatorio mental, donde un señor muy mayor que luchó nada menos que en la guerra civil americana no para de citar su nombre (el del detective), aunque al llegar hará un descubrimiento aún más macabro. Y hasta ahí lo bueno, porque el resto es insufrible. Ni un Tom Sizemore sobrepasado y dando penica (fallecería al poco tiempo), ni un maquillaje de barraca de feria, ni un terror que no puede dar terror porque hay parlamentos de varios minutos, ni unos secundarios de escaso fuelle, ni unos sustos de piloto automático. Nada hace que valga la pena afrontar estos 145 minutos de fotografía oscurísima, supongo que para disimular la carestía de medios, por lo que les prevengo una vez más para que no cometan la misma estuidez que yo...
Saludos.
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